La depresión en su hijo adolescente

2017-01-27 05:00:00
Santiago Ponce

LA DEPRESIÓN EN SU HIJO ADOLESCENTEEste es uno de los trastornos mentales más comunes en los jóvenes. La adolescencia es una de las etapas más complicadas para los padres, pero también para los chicos. Es una fase de incomprensión total, en la cual ni ellos mismos entienden qué es lo que les pasa o quieren. Esto los puede llevar a sufrir de depresión.En esta época es cuando tienden

a tomar la mayoría de las decisiones equivocadas de sus vidas, algunos prueban drogas, otros escapan de sus hogares o incluso se suicidan.¿Pero por qué esta es una etapa tan compleja? Erik Eriksen, uno de los psicoanalistas más influyentes del siglo XX, la definió como la más tumultuosa y problemática de la existencia, pues es el momento en el que el cuerpo y la identidad toman forma. La explicación tiene un origen fisiológico. Entre los 12 y los 18 años aproximadamente, el córtex prefrontal, encargado de la conciencia, el comportamiento social, la toma de decisiones y el discernimiento entre bien y mal, comienza a desarrollarse. Las consecuencias: el carácter de un adolescente cambia radicalmente, predomina el sistema límbico (encargado de las emociones) en sus reacciones y estados de ánimo. Esto evita que sus respuestas sean adecuadas, bien pensadas y lógicas. Entonces cuando se sienten incomprendidos por sus padres tenderán a alejarse o incluso aislarse. Allí vendrán los enfrentamientos y los problemas en el hogar.Muchos adolescentes tienden a sufrir depresiones porque no solo tienen conflictos en el colegio sino también en casa. Si los padres responden de forma confrontativa a sus hijos será más difícil solventar los conflictos.Todos sabemos que es complicado no perder la compostura cuando un hijo pasa horas encerrado en su dormitorio, no ayuda en casa y siempre está molesto. Pero lo mejor es generar un ambiente de calma y comprensión para abrir el diálogo con los chicos.Muchas veces la confusión emocional que viven los chicos puede generar cuadros de depresión. Hace unas semanas México se conmocionó por el ataque de un chico de 14 años que disparó a sus compañeros y a su maestra y luego se quitó la vida. Según las investigaciones del hecho, el joven tenía depresión.Esto destapó las alertas sobre el estado de la salud mental de los chicos. El problema es que la parte educativa y los padres pocas veces se preocupan por la situación emocional de los jóvenes mientras cumplan con sus tareas o actividades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es el trastorno mental más frecuente y afecta a 350 millones de personas en el mundo.Y hay algunas alertas para entender si una persona sufre de este mal: está triste frecuentemente, tiene dificultad para concentrarse, tiene cambios de humor constantes, fatiga, inquietud, bajo rendimiento escolar, aislamiento, entre otros. Según los terapistas, el mayor problema está en que los padres no toman en serio las necesidades de sus hijos. Está claro que se les debe poner límites y normas de convivencia en el hogar, pero también se les debe permitir ser ellos y expresarse libremente en un ambiente de paz. La OMS recomienda a los padres que les ayuden a sus hijos desde pequeños a u00c2mejorar las habilidades sociales, la capacidad para resolver problemas y la autoconfianzau00c2, como una forma de prevención.Si desde que son pequeños los chicos aprendieron a exteriorizar sus sentimientos y a confiar en sus padres será más fácil lidiar con los cambios de comportamientos y les permitirá a los papás comprender lo que sucede en la vida de sus hijos.En muchos de los casos de suicidios de adolescentes que se han reportado, los padres han descubierto de los problemas que tenían sus hijos y que los llevaron a tomar esa terrible decisión, por las redes sociales o por los mensajes de chat. Ellos nunca les contaron, por ejemplo, que sufrían de bullying en

el colegio o que el novio o novia que tenían les habían roto el corazón. Cuando lo supieron fue muy tarde.

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