Enfermedad y escuela, cómo prepararse

2016-08-21 05:00:00
Santiago Sarango

ENFERMEDAD Y ESCUELA, CÓMO PREPARARSELas enfermedades crónicas

también se presentan en niñosLápices, cuadernos, reglas, marcadores, glucómetro, mascarilla, inhalador, horarios de medicinas, certificado que justifica la inasistencia a clases de educación física. Hay niños que en su mochila empacan más que útiles escolares, llevan elementos que salvan su vida.Volver a clases con una enfermedad es un reto no solo para los estudiantes, para los padres llega a representar una preocupación al igual que para los maestros, quienes deben encontrar la forma en que estos estudiantes no sean apartados y desarrollen su aprendizaje de manera normal.Aliz Borja, pediatra con una especialización en Oncología y catedrática de posgrados de la Universidad Central, explica que la escuela es un espacio de gran importancia para los niños que atraviesan tanto por enfermedades crónicas (diabetes, epilepsia, alergias, etc.) como por aquellas consideradas catastróficas (cáncer). Las aulas no solo hacen que el niño se integre sino que les demuestra la importancia de peru00c2u00adseverar a pesar de las situaciones difíciles.

No obstante, desde su experiencia profesional, casi el 70% de los maestros no comprenden que existen niños cuyas actividades están reguladas por un profesional de la salud y que por lo tanto deberán privilegiar el uniforme de calentador por sobre el de parada, tendrán que evitar ciertos deportes, necesitarán ir al baño más veces que los otros e incluso deberán llevar implementos como mascarillas o gorros para su protección, cuyo uso debe ser aprobado.Entonces, frente a esta situación, la mejor estrategia es una conversación honesta entre los padres, los maestros y (si la escuela tiene) el personal médico. La primera recomendación de la especialista es no ocultar la enfermedad ni tampoco minimizarla, sino hablar con total claridad de las cosas que el niño debe llevar en su mochila, de los horarios de los medicamentos, de las veces que deberá faltar para completar su tratamiento y de las dinámicas que se emplearán para que pueda igualarse en las materias.Lo segundo es reunir a los amigos más cercanos del niño, incluso a los padres, y contarles lo que ocurre, decirles que ellos serán fundamentales en su cuidado y que cuando vean que algo pasa lo reporten con los maestros. Para la especialista, la amistad es el elemento que hace que los niños con una dolencia vayan bien en la escuela y se sientan apoyados.Lo siguiente es ser previsivos. Es fundamental que su hijo lleve anotado en un cuaderno o en el diario escolar las medicinas que toma y el horario en el que debe hacerlo. Si es diabético, escriba las indicaciones de lo que puede comer y lo que no, y si la inyección de insulina es necesaria enséñele al niño cómo hacerlo. De acuerdo con Borja, los niños aceptan esto como un proceso normal y lo incorporan a su vida cotidiana.En el caso de las alergias también coloque en la mochila un listado de los productos que pueden causar algún malestar y no olvide un botiquín actualizado en caso de emergencias.Si la escuela tiene departamento médico converse con el personal y manténgalos al tanto del tratamiento. Si la institución no cuenta con este servicio, localice el centro de salud más cercano para que los maestros

sepan a qué lugar acudir.En el caso de niños que están en tratamiento de cáncer, haga que los implementos que debe llevar sean divertidos. Puede decorar las mascarillas, confeccionar gorros con los diseños favoritos del niño. Los maestros están llamados a entender que deberá llevar estos accesorios durante las horas de clase. No se trata de que estos estudiantes tengan mayores privilegios, sino de que exista comprensión.

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