Detrás de una mujer exitosa hay una madre exigente

2015-07-21 05:00:00
Santiago Sarango

DETRÁS DE UNA MUJER EXITOSA HAY UNA MADRE EXIGENTELas chicas se sienten motivadas si sus madres están atentas a sus vidas.Cuando una mujer se convierte en madre siempre tiene dudas sobre cuál será la mejor forma de criar a sus hijos. Algunas dicen que les darán a sus hijos lo que ellas no tuvieron y otras se prometen a sí mismas que estarán pendientes de la vida de sus hijos 24 horas al día, los siete días de la semana.Pero hay un disyuntiva que es vital: si ser estrictas o ser más relajadas tendrá una influencia en sus hijos, ¿cuál es la mejor opción educativa? Un estudio realizado por la Universidad de Essex, en Reino Unido, determinó que existe una relación directa entre el éxito de las chicas y la exigencia materna.En la investigación se entrevistó a 15 500 adolescentes y se encontró que las metas educativas y de vida de las chicas estaba influenciada por las expectativas que tenían sus mamás frente a su desarrollo profesional y personal.

Además, se llegó a la conclusión de que las muchachas que tenían madres más exigentes obtenían mayores probabilidades de seguir una carrera universitaria, conseguir un trabajo bien remunerado y evitar el embarazo adolescente.La investigadora Ericka Rascon-Ramírez, de la Universidad de Essex, dijo -al diario británico Daily Mail- que muchas veces hemos tenido éxito en hacer lo que creemos que es mejor para nosotros, así esto sea irse en contra de lo que creen nuestros padres. Pero no importa cuánto nos esforcemos, es muy probable que ellos terminen influyendo, de alguna forma subliminal en las decisiones que tomamos y que son acciones muy personales.Esta exigencia también es determinante e influye en que las chicas se queden embarazadas durante la adolescencia. Porque si una mamá espera que sus hijos lleguen a la universidad y sean profesionales, es probable que las chicas se esfuercen por cumplir esa meta.Incluso, en el estudio se evidenció que entre los dos padres, son las madres las que más tienden a presionar a sus hijas. La medida de las expectativas refleja una combinación de la aspiraciones y las creencias que tiene el padre más involucrado, que en muchos casos es la madre, sobre lo que debe ser la formación educativa de los hijos, señaló la investigación.Está claro que el ser exigentes no significa imponer un estado marcial en casa, evitar que las chicas tengan amigos o que salgan a divertirse sanamente. La exigencia está dada en función de crear hábitos de estudio y de orden en su vida. Que desde pequeñas sepan ser organizadas en sus tareas, mantener sus habitaciones arregladas, ayudar a sus hermanos y padres en casa.Además, saber que una educación superior es vital para alcanzar metas altas, profesionalmente hablando. Esto muchas veces viene desde el ejemplo en casa. Las madres que han estudiado y son profesionales empujarán a sus hijas para que sean igual que ellas y que no se conviertan en amas de casa porque no tuvieron otra opción, sino que lleguen a ocupar cargos importantes y que si deciden quedarse en casa lo hagan cumpliendo una opción de vida u otra forma de éxito.Para lograr estas metas, como padres se busca promover actividades que potencien las capacidades de las chicas, como inscribirlas en clases de música, danza, pintura, fútbol, gimnasia, natación... Esto les ayudará a desarrollarse en muchas áreas y a despertar los distintos tipos de inteligencias. Pero un factor vital es comprender la personalidad de las niñas, para saber cómo motivarlas a que cumplan sus sueños y sepan que, cuando algo no se logra o se equivocan, la respuesta es volver a intentarlo. Como padres, permanentemente se estará allí para apoyarlas, para que empiecen nuevamente, sin importar qué tan difícil sea.Las madres se erigen como ejemplo para las chicas, al demostrar que ellas también cumplen sus sueños, que pueden crecer como personas cada día. Tal es la forma más adecuada de impulsar y motivar a que, cada día, sean mejores.

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