La era de los 'phonbies' ha llegado

2016-03-06 05:00:00
Santiago Sarango

LA ERA DE LOS 'PHONBIES' HA LLEGADOLos padres deben estar al día en las aplicaciones que usan sus hijos.Llega la noche, las luces se apagan, el viento gira en la ventana. De entre las cobijas emerge una mano que busca a tientas un objeto que está sobre el velador, lo encuentra, lo lleva debajo de las sábanas y una luz brillante ilumina el rostro del personaje: un 'phonbie' aparece en primer plano.No es el guión de una película de suspenso, es lo que a diario, mejor dicho, en cada noche, viven cientos de padres en el mundo. Sus hijos, sobre todo los adolescentes esperan que llegue la hora de dormir para engancharse al chat, terminar esa partida de un juego en la tableta o simplemente navegar por la Red, haciendo caso omiso al llamado de Morfeo.Las consecuencias se evidencian al día siguiente. Ojos rojos, ojeras, bostezos, irritabilidad, cansancio y la obligación de levantarse. Sí señores, la era de la 'phonbies' ha llegado. Este término, acuñado por varias organizaciones de protección de la adolescencia y del cuidado del uso de la Red en España y Estados Unidos, hace referencia a aquellos chicos que han desarrollado las características de un 'zombie' a causa de haber robado horas de sueño.Las explicaciones de este fenómeno se encuentran en la creciente necesidad de los chicos de estar conectados y de tener presencia en el espacio virtual como una forma de definir su identidad. Así lo apunta la investigadora social Danah Bouyd en su trabajo titulado 'Privacidad social en las redes: actitudes, prácticas y estrategias de los adolescentes' del Instituto de Investigaciones de Microsoft.Para ella, la Red se ha convertido para los jóvenes lo que los centros comerciales o los teatros fueron para sus padres o abuelos: el lugar del intercambio, la oportunidad de compartir con otros y de ser validados por los otros. Así, estar desconectados es sinónimo de inactividad social.Entonces, frente a las restricciones para el uso de la tecnología en la casa o en el colegio, la noche se convierte en el escenario ideal para navegar por la Red sin presiones y sin vigilancia, para relajarse y disfrutar de cierta intimidad. No obstante, a la larga, pasar la noche en vela, o mejor dicho frente a la luz del teléfono, causa un agotamiento que interfiere en el desempeño del día siguiente.¿Qué hacer? Para Bouyd, la respuesta se encuentra en el diálogo familiar, en la creación de planes de consumo digital de la familia (a qué hora y en qué lugar de la casa conectarse a la Internet) y en la negociación sobre los espacios de privacidad. Los padres deben saber cómo funcionan las redes sociales, qué tipo de contenido se comparte en ellas y tratar de estar al día en las aplicaciones que sus hijos utilizan.También se puede recurrir a programas de control parental que regulan tanto el tiempo como los sitios que se visitan. Por supuesto, antes de activarlos hay que conversar y explicar que son necesarios para evitar problemas como el acoso en las redes.

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