KAREN, UN EJEMPLO EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCERKaren Castillo sufre osteosarcoma en su tibia izquierda.K aren Castillo tiene 15 años y es una guerrera. Ella sufre osteosarcoma en su tibia izquierda desde que tenía 13 años. Cuando me diagnosticaron, el médico me dijo: 'tienes dos opciones, o vives o mueres' y entonces yo quería morirme, cuenta la joven.

Aceptar que tenía ese mal fue muy difícil, pero lo hizo por su padre, que fue quien estuvo siempre a su lado para apoyarla y motivarla a seguir adelante.

Como parte de su tratamiento, a Karen le cortaron un pedazo del hueso de la pierna, para frenar el avance de las células enfermas. Pero al poco tiempo el cáncer se había expandido y tuvo que decidir entre perder su pierna o esperar morir.Cuando tomó la decisión de que le amputaran la pierna, llegó

la depresión. A esto se sumaba el malestar que le producía la quimioterapia. Náuseas, pérdida de apetito, malestar general fueron parte de su día a día durante 18 meses.

A las terapias la acompañaba su abuelita, quien fue su apoyo primordial. Ella viajaba desde Esmeraldas hasta el Hospital de Solca, en el norte de Quito, para estar con Karen.Cuando terminó la quimioterapia, la joven se vinculó con la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer. Su padre fue quien la impulsó para que entendiera que la realidad que ella vivía era más común de lo que pensaba. Así, poco a poco se involucró en las actividades de la organización y pudo viajar a Chile a realizar un curso de esquí.El no tener una pierna no fue impedimento para deslizarse sobre la nieve. Fue la primera vez que salía del país, cuenta emocionada Karen.Ella, hoy está muy involucrada en las actividades de la Fundación. Participó en el Bionic Fashion Show, que se realizó el año pasado, y asiste todos los sábados a visitar a otros enfermos. Siempre me disfrazo y me encanta llevarles una sonrisa a quienes están sufriendo. Soy afortunada, el cáncer para mí fue una bendición, dice.Mañana se celebra el Día de Mundial contra el Cáncer Infantil. Esta enfermedad es una de las más difíciles de afrontar, principalmente para los padres, que ven cómo sus hijos se deterioran y sufren con este mal y su tratamiento.

Según la Asociación Americana de Cáncer, cuando un padre recibe la noticia de que su hijo tiene esta enfermedad tiende a reaccionar con conmoción, incredulidad, miedo, culpabilidad, tristeza, ansiedad y enojo. Muchos se niegan a aceptarlo, y es normal que se sientan así, pero enseguida deben enfrentar la realidad de que sus hijos necesitan su apoyo total.Ellos son quienes están enfermos y son los que deben luchar por vivir lo mejor posible, a pesar de las circunstancias que les ha tocado.

Por ello, es importante que se entienda que esta es una lucha de familia. Todos los días es un paso más que dan en su recuperación. Por ello, deben levantarse y sonreír, tal y como lo hace Karen.