La mascota y un nuevo bebé

2015-03-31 05:00:00
Gabriela Vivanco

LA MASCOTA Y UN NUEVO BEBÉEs importante darle atención a los animalitos de casaRedacción Sociedad (I)La llegada de un bebé es un momento de mucha ilusión para las familias pero también se genera tensión y estrés.Si bien el nuevo miembro de la familia se llevará toda la atención, es importante no descuidar a la mascota para que pueda tener una buena relación con los pequeños.Cuando Lucía llegó a la familia, sus padres Julia Rivera e Iván Costales se dedicaron por completo a ella. Se maravillaron con cada sonrisa, gesto y movimiento nuevo. Se preocuparon en cada llanto de averiguar qué sentía la niña y cómo solucionar cada problema. Mientras tanto, Pascual, un pastor alemán de 2 años, fue relegado a un segundo plano. Se volvió agresivo. Un día estuvo cerca de morder a la bebé. Ante esto, sus dueños buscaron ayuda de especialistas.Alejandro Revelo, etólogo canino de Cepcan, asegura que se trata de ansiedad por separación. Esto sucede cuando la mascota se siente desplazada en la familia por causa de este nuevo integrante. Puede haber comportamientos destructivos, de alteración o incluso de agresividad, indica Revelo.Él recomienda no desplazar a las mascotas. La responsabilidad que adquirimos cuando tenemos una mascota no se termina cuando llega un bebé, indica. Los expertos recomiendan preparar a los animales de casa para que puedan establecer un vínculo con el niño o niña.Revelo indica que antes de la llegada del bebé se puede ir ambientando el hogar con olores y objetos para que la mascota se habitúe a ellos. De esta forma no los sentirá como objetos extraños cuando llegue el recién nacido. También es recomendable que los dueños establezcan horarios de alimentación y paseos para la mascota y que una vez haya nacido el bebé continúen con estas rutinas.La manipulación del animal es algo fundamental. Se debe acariciar y jugar con la mascota. Meter la mano en el plato de comida para que sienta que esto es algo normal. De esta forma, cuando los niños pequeños se acerquen al perro o a su comida sabrán que no están siendo atacados y por tanto no deben actuar con agresividad.Cuando sus dueños implementaron estas rutinas la agresividad de Pascual disminuyó, aseguran sus dueños. Ahora puede entrar a la casa y es indiferente a la pequeña Lucía. Sus padres saben que todavía deben trabajar en espacios de socialización entre la mascota y la niña. Sabemos que estos perros pueden ser muy buenos con los bebés y nos interesa que Lucy tenga alguien que la cuide, dice Rivera.

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