CÓMO MANEJAR AL ADOLESCENTE IRRESPETUOSONo me interesa, No es mi problema, No pienso hacerlo, son algunas frases de los muchachos.Según un interesante artículo de la terapeuta y consejera Megan Devine, los padres en todo lado temen enfrentar a sus hijos adolescentes que, de repente, muestran actitudes y producen confrontaciones que se vuelven difíciles de manejar. Parecería que haber llegado a esta etapa les convierte en seres que demuestran permanentemente una rebeldía hasta ese momento inesperada: A mí no me importa o Por qué debo hacerlo son frases comunes frente a temas escolares, las tareas y sus propias responsabilidades en casa. No son pocos los padres que han preguntado a sus hijos si creen que podrán triunfar en la vida sin aceptar seriamente sus obligaciones y compromisos.Nuestro hijo de 17 años tiene la peor de las actitudes frente a los estudios. Se rehúsa a hacer tareas porque dice que son una tontería y que no tienen nada que ver con el mundo real. Nos contesta que no necesita ir al colegio para conseguir un buen trabajo porque la mejor manera de aprender son los juegos de video y que está seguro de que podrá conseguirse un trabajo superbién pagado sin necesidad de graduarse. Cuando le decimos que esto es solo un sueño y que no va a pasar, desvía su mirada y suspira profundo como para demostrarnos que no sabemos nada, que no comprendemos en lo absoluto cómo es la vida en la actualidad, comenta una mamá.Ella y muchas otras madres y padres pasan por momentos como este, se dan cuenta de que sus adolescentes creen que los adultos no saben nada y actúan como si ellos lo supieran todo, carecen de una comprensión lógica de la realidad. Creen que la vida será muy fácil, que no tendrán que trabajar mucho ni habrá horarios rígidos y no harán nada que no quieran hacer. Me enloquece ver a mi hijo perder el tiempo de esta manera cuando debería enfocarse en sus estudios para poder ir a la universidad y conseguir un buen trabajo. Su actitud es la de quien se cree mejor que el resto de la gente. Esto me desespera, ¿cómo lograr que vea la realidad?, pregunta una atormentada madre.¿Esto le suena familiar?Según los especialistas en adolescentes, ellos carecen del sentido de la responsabilidad y mantienen una actitud infantil. Ya sea que se trate de las calificaciones escolares o de conseguir un empleo en vacaciones, algunos demuestran que no les interesa trabajar. Muchos tienen una mente soñadora, creen que trabajos increíbles y bien pagados caerán del cielo, por lo que les parece innecesario sacar buenas notas o hacer un buen trabajo, dicen los expertos, y añaden que el peligro está en que los chicos usan la fantasía para justificar su actitud frente a sus responsabilidades.Cuando los padres enfrentan la apatía de sus hijos y su falta de interés por cumplir con sus tareas escolares, se ven atrapados e intentan por todos los medios comprender a sus hijos y aceptar que ellos también tienen derecho a sus puntos de vista, porque están camino a convertirse en adultos. Intentan que sus hijos vean el futuro de forma realista y se den cuenta de que necesitarán habilidades especiales durante su vida. Creo que los padres también se sienten frustrados por la falta de esfuerzo demostrada y se preocupan por la clase de vida que tendrán si no empiezan a tomar las cosas seriamente, señala la autora.Pero, ¿qué hacer para liberarse de la rabia juvenil? Cuando se enfrenta esta clase de lucha de poder con los hijos es probable que queramos que escuchen lo que tenemos que decirles sobre el trabajo duro, para que adopten una actitud más generosa. Pero esto no sucederá.No importa qué tan buenos sean sus argumentos, no podrá forzar al adolescente a pensar como usted piensa ni a ver el mundo como lo ve ni tampoco a mostrar una mejor actitud. Estos jovencitos a menudo demuestran apatía o menosprecio hacia todo aquello que no es lo que ellos quieren hacer. Cuando se enfoca en cambiar la actitud de su hijo, lo único que está haciendo es prepararse para la frustración. Para poder sentirse más efectivo y con poder como padre, necesita aprender a ignorar la apatía y a enfocarse en el comportamiento de su hijo. Déjele saber lo que se espera de él en el hogar, cuáles son las reglas claras y cuáles serán las consecuencias si no se cumplen tales expectativas, dice Devine.Añade que los padres no podemos usar ni la fuerza ni la debilidad para lograr algo de nuestros hijos y que debemos ser realistas y enfocarnos en su comportamiento para analizar los cambios e ignorar actitudes típicas de la edad. Lo más importante es que enfrenten sus responsabilidades.