El ‘tuning’ emerge de las heridas del pasado

¿Alguna vez has sentido ganas de salir corriendo de una relación? El miedo al compromiso tiene que ver con la poca tolerancia a la frustración.
Las dudas pueden ser sanas y necesarias, nos permiten tomar conciencia, según la psicóloga Sanz. Foto: Freepik

Las dudas pueden ser sanas y necesarias, nos permiten tomar conciencia, según la psicóloga Sanz. Foto: Freepik

23 de enero de 2023 08:05
Gabriela Balarezo

El miedo al compromiso, identificado en la actualidad también como ‘tuning’ o síndrome de la isla, es uno de los grandes temas tratados en películas, canciones y demás productos de la cultura popular. Pero, ¿se trata realmente de miedo o es una excusa de la nueva generación para evitar profundizar en una relación?

Para la psicóloga Gaby Camacho, especializada en trastornos emocionales, hay muchas razones detrás del miedo al compromiso. Y en la mayoría de ocasiones se trata efectivamente de eso: de sentir aversión a ser rechazado o lastimado por el otro.

Es el caso de Elizabeth, una estudiante universitaria de 20 años, quien confiesa que le tiene miedo al compromiso porque teme hacer daño a su posible pareja o que le hagan daño a ella otra vez, como le ha pasado anteriormente.

Aunque el ‘tuning’ probablemente existe (aunque no necesariamente con esa denominación) desde hace mucho tiempo, es quizás un problema recurrente de las generaciones actuales. “En este mundo tan inmediato, en el que todo es rápido, cuando algo se vuelve complejo o complicado las personas desarrollan una baja tolerancia a la frustración”, explica la psicóloga.

Patrón del pasado

En este sentido, el compromiso, según Camacho, implica cierto grado de frustración porque “las cosas no siempre salen al momento o como nosotros las queremos”.

Esta es la base del miedo a establecer una relación profunda y la experta insiste en que las causas son variadas. Generalmente el origen tiene que ver con una herida personal del pasado del individuo.

En la mayoría de los casos se trata de una cuestión de rechazo que se ha ido alimentando durante la infancia, dice Camacho. Esto se genera cuando los cuidadores o progenitores tienen actitudes que hacen sentir mal o de menos a sus hijos. Cuando estos crecen, cargan con esa herida en sus relaciones interpersonales (de amistad y sobre todo de pareja) prefieren terminar la unión antes de ser rechazados por el otro.

Otra causa común aunque muy relacionada con la anterior, según el psicólogo Manuel Escudero, es el temor a perder a la persona amada o pasar por una fase de sufrimiento. No obstante, esta preocupación no es algo real.

Alteración emocional

“La persona magnifica las consecuencias negativas de algo que no ha pasado y solo es una anticipación de aquello que podría ocurrir y del estado emocional que se produciría si tal evento llegara a pasar”, detalla Escudero.

Yaiza Sanz, psicóloga y CEO de la plataforma de salud mental y bienestar Somos estupendas, explica en una publicación del sitio web que este miedo al compromiso “sucede en mujeres y en hombres y que se manifiesta a través de una alteración de tipo emocional”.

El denominado ‘tuning’ acecha cuando, en palabras de Sanz, una persona se plantea llevar su relación más allá, con los pactos, acuerdos y cuidados que esto implica. En ese momento aparecen emociones que pueden generar malestar, así como pensamiento y dudas que nos hacen cuestionarnos sobre el estado de la relación, si realmente queremos al otro o si estamos bien con él o ella.

Pese a que Sanz menciona que estas dudas pueden ayudarnos a tomar conciencia y que el miedo al compromiso no es necesariamente malo, la psicóloga Camacho señala que suele ser un síntoma de que hay gente muy herida por el miedo, el abandono y el rechazo.

¿Qué hacer?

Soluciones.  Lo que hay que trabajar, dice Camacho, es algo interno (en lo más profundo de cada uno) porque el ‘tuning’ está conectado con nuestra historia.

Aceptación.  En el portal Somos Estupendas recuerdan que el primer paso es aceptar e identificar que existe ese miedo al compromiso para superarlo.

Creencias.
 El siguiente paso es desgranar el miedo. ¿De qué tipo es? ¿Es al rechazo o a sufrir? ¿Qué experiencias del pasado están asociadas a estas creencias?

Descartar. Para Escudero, es relevante saber diferenciar entre el miedo al compromiso y la elección personal de rechazar un compromiso.

Advertencias.  Si bien no es algo necesariamente malo, hay que evitar generar expectativas en el otro y evitar actitudes impulsivas.

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