Tres ideas para un plan en solitario
Tres ideas para un plan en solitario
Sebastián Félix sugiere despegarse del ‘celu’
"Una de las primeras cosas para pasarla bien a solas es controlar el tiempo que dedicamos a las pantallas. Personalmente, me cuesta mucho dejar las redes, muchas personas dicen que se sienten muy a gusto estando solas, pero cuando lo están, se la pasan todo el tiempo en el celular, chateando y buscando distracciones.
Mi plan ideal para un día en solitario es lograr desconectarme del mundo virtual para conectarme al mundo real... y conmigo mismo. Para que el día sea perfecto, procuremos conectarnos a redes tres veces al día, 30 minutos en la mañana, en la tarde y noche.
Luego, debemos armar una ‘playlist’ de nuestras canciones favoritas, reproducirla y tomar una ducha larga y relajada. Por hoy, nos tomamos el tiempo para consentirnos, y no pensar en nada más.
Después, si hay presupuesto, podemos salir a comer a un lugar bacán, si no, hacemos un desayuno a nuestro gusto.
Ahora vamos a buscar lugares interesantes para visitar. A mí me funciona salir a caminar al Rucu Pichincha, al parque Metropolitano o de Cumbayá, visitar la parroquia de Nono, que está muy cerca de Quito, o la Reserva Ecológica Santa Rita, en el valle.
Lo bacán es que en algunos de estos espacios no hay señal, y por más que quieras es difícil conectarse, así que procuro pasar buena parte del día entre la naturaleza y con la mente en blanco.
Al llegar a casa, una excelente opción es cocinar, hacer un asado, por ejemplo. Luego puedes tomar una siesta, ver una película evitando perder tres horas en elegir una opción, leer un buen libro o limpiar la casa para limpiar la mente. Todo esto es fácil decirlo, pero difícil hacerlo. Lo importante es lograr conjugar cuerpo, mente y espíritu para conocernos un poco más.
En la tarde o noche puedes visitar a la familia, a tus padres o amigos, y salir a tomar un buen café.
Uno de los pasos más importantes al terminar el día es agradecer (al universo, a Dios o a lo que creamos) por la experiencia que hemos vivido, eso te hará sentir muy bien. Nos han vendido la idea de que la diversión es irnos de farra y no siempre es así, la verdadera diversión puede estar en encontrarnos con nosotros mismos".
Camila Pineda caminar ayuda a pensar
“Yo soy una persona solitaria. Me encanta salir a caminar por la orilla del río, recorrer las calles del Centro de Cuenca, ir al Parque Calderón, comprarme un helado y sentarme a observar a la gente que pasa frente a mí.
“Caminar me trae paz y tranquilidad, puedo admirar los paisajes tomar fotos, ver los atardeceres. Mientras conozco y disfruto de un lugar pienso en las actividades y el contenido por hacer y de paso cuido mi salud física y mi estabilidad mental.
Mis rutinas entre la universidad y los proyectos en redes sociales me dan la oportunidad de salir de mi hogar casi todos los días y dirigirme hacia una cafetería y trabajar desde ahí. Voy con mi computadora y me pido un cafecito y disfruto de un tiempo de relajación mientras cumplo con mis tareas y pendientes de la semana.
Mis días ideales para pasar sola son en el centro de mi ciudad. Amo recorrer las calles históricas, conocer ciertos lugares poco recurridos, me encanta apoyar a los artesanos cuencanos. Cada vez que estoy dando mis caminatas por estas zonas me gusta comprar pequeñas decoraciones para almacenar y coleccionar en mi casa.
Soy fan de la comida, me encanta la gastronomía y conocer nuevos lugares. En el centro histórico hay un sinnúmero de restaurantes que tienen humitas, tamales y los exquisitos platillos ecuatorianos que deben ser acompañados de un café calentito.
Cuando estoy sola comiendo, varias personas a mi alrededor me quedan viendo, creo que se debe al tabú y el estigma social de no poder disfrutar a solas. Siento que la mentalidad de las personas debe de cambiar y soltar ese pensamiento. Al estar solos podemos pensar en varios temas, realizar diferentes cosas, mimarnos y amarnos.
Recorrer un centro comercial en búsqueda de ropa bonita es una actividad que disfruto sola. Me gusta ver los colores, diseños y las nuevas tendencias y prendas de moda en cada local comercial.
Al terminar mi día no puede faltar el momento para consentirme. Disfruto de ir a pintarme las uñas, ir al retoque de mis pestañas, hacerme mascarillas en casa y encontrar esa conexión fuerte conmigo misma que me hace sentir bien" .
Alejandro Lalaleo propone hacer viajes en ‘plan zen’
“Cuando recién me había ido de la casa de mis pas’, tenía el ritual de levantarme bien temprano, coger la Ecovía para llegar hasta la parada de Quitumbe y luego irme a Baños solo.
Era cuando mi vida estaba un poco agitada. Así que cuando quería estar en ‘plan zen’, hacía este viaje. Allí iba a la iglesia, porque aunque mucha gente no lo sabe, yo soy súper católico.
Luego pasaba todo el día en Baños, iba a la piscina, comía y me quedaba en el parque. Hacía un montón de anotaciones de millones de ideas, proyectos cortos, obras que se me venían ese rato a la cabeza.
Después regresaba a Quito en la noche. Era una cosa cansadísima y lo hacía absolutamente solo, sin avisar a nadie. Creo que viajar así es una herencia de mi abuelo. A él le encantaba. Viajar me relajaba un montón, me abría la mente, podía pensar otra vez en frío, me enseñaba a disfrutar lo que estaba haciendo.
Lo hacía entre semana, tipo martes y miércoles. Esos días Baños es bien tranquilo. La última vez que viajé así fue en 2013. Muchas de las anotaciones que hice eran metas.
Es tan difícil descubrir qué es lo que quieres hacer con tu vida, entonces
lo que pude encontrar en esas experiencias era plantearme objetivos de vida.
Sé que sí les cuesta a las personas viajar solas. Dicen: “No, pero irme lejos yo solito, qué voy a hacer”, y no lo hacen, pero sí lo recomiendo. Me encontraba con gente que te ofrecía otra perspectiva de la vida.
También era chistoso, porque iba a comer y me preguntaban “con quién viene”, y yo respondía “solo”, y me decían “vino de Quito solito” y les parecía algo grave”.
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