Como la moda de los jugos verdes para limpiar el organismo que se ha multiplicado por doquier, su equivalente en el terreno sexual empieza a ganar terreno. El ‘sex detox’ aunque suene a descubrimiento de última generación no es nuevo.

“Está estrechamente relacionado con la abstinencia sexual”, asegura la sexóloga Esther Balac en una de sus columnas habituales publicadas en diario ‘El Tiempo’.

El término se popularizó con la salida al aire del libro ‘Sex Detox’ escrito por Ian Kerner, consejero sexual y autor de numerosos libros superventas de The New York Times. “La premisa es simple: cuando se trata de sexo, citas y relaciones, a veces nos involucramos tanto que la única salida es comenzar de nuevo”, comparte Kerner sobre el contenido de su libro.

Ese comenzar de nuevo se consigue mediante la abstinencia sexual por un período determinado de tiempo; 30 días es la sugerencia. El libro, dice su autor, explica de manera detallada esta “forma revolucionaria de empezar de nuevo y pasar a la acción”.

Más allá de lo innovador o no del ‘método’ y la popularidad de algo que está quizás camino de convertirse en una gran moda, en el terreno práctico podría ser algo útil para encender la relación en pareja.

Todo tiene su truco

Pero no es tan sencillo. No se trata de abstenerse durante 30 días o más de mantener relaciones sexuales y ya. La magia (que no es magia en realidad) viene de la reflexión que quien lo practique realice durante este período ayuno carnal. Es lo que explica la psicóloga Cristina Castillo, especializada en terapia sexual y de pareja.

Originalmente se trata de una técnica usada en pacientes que tienen problemas de erección o para alcanzar un orgasmo. “Hace poco se convirtió en un trend”, señala la experta. Y añade que básicamente consiste en períodos de abstinencia para desintoxicar y, posteriormente, lograr una mejor conexión durante el sexo.

Aunque lo más extendido es usar para potenciar, mejorar o solventar los problemas de la relación en pareja, también puede ser beneficioso para los solteros o solteras. Castillo se refiere, por ejemplo, a “las personas que están dentro de esa rutina de salgo, conozco a alguien, tengo relaciones, pero como que sienten que les falta algo más o que la relación queda solo ese plano sexual y no avanza más”.

Resolver dudas

“En esos casos se recomienda hacer una pausa, por lo menos de un mes, para pensar qué significa el sexo o cómo lo está utilizando en su vida”, explica la especialista. Así el ‘sex detox’ se presenta como una oportunidad de reflexionar sobre el tema sexual: ¿funciona o no? ¿Qué estás tratando de conseguir de la otra persona a través del sexo? ¿Se están cumpliendo las necesidades? ¿Es realmente placentero?...

Para las personas que están en una relación, esta suerte de ayuno se realiza para conocer un poco más a la pareja. “Cuando se trata de una relación incipiente las personas se concentran mucho en la parte sexual y no le dan oportunidad a lo emocional y a la compatibilidad”, asegura Castillo.

De esta manera, la pausa a las actividades sexuales los fuerza a comunicarse más, a hacer otras actividades que los unan y consolidar esa relación.

Según detalla la experta, la abstinencia, asimismo, permite a la pareja concentrarse en la parte erótica, en las sensaciones, la sensualidad y el deseo de la otra persona. Hay dos formas de llevarlo a cabo: total o con caricias que no terminen en un acto sexual.

Contexto

El libro. Ian Kerner, el autor de ‘Sex Detox’, explica que así como un ayuno físico altera el metabolismo y la química natural del cuerpo, la abstinencia sexual afecta a mente y cuerpo. El objetivo es reiniciar, reconectar y rejuvenecer la vida amorosa de la persona que lo aplica.

La pareja. Según Kerner, para quienes están en una relación, su ‘método’ les permite ver su historial sexual “no solo como una serie de encuentros físicos, sino como una parte única y vital de tu identidad, que necesita ser nutrida y alimentada de una forma saludable”.

Las adaptaciones. La ‘sex coach’ creó el denominado Método Sex Détox. Lo describe como una oportunidad para renacer al gozo, con el objetivo de desintoxicar la sexualidad de todas las creencias, memorias y experiencias que se alojan en el cuerpo, en la mente y en el corazón.

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