Los límites sirven para dar libertad a la pareja

Hay varios tipos, aunque las dos grandes categorías son los físicos y los psicológicos o emocionales. Los primeros tienen que ver con el contacto permitido.
Los límites varían de relación en relación.  Tienen que ver con los valores de cada persona y con lo que está permitido y lo que no en la pareja. Foto: Freepik

Los límites varían de relación en relación. Tienen que ver con los valores de cada persona y con lo que está permitido y lo que no en la pareja. Foto: Freepik

17 de octubre de 2022 12:02
Gabriela Balarezo

Los límites en la pareja son esos criterios propios e individuales de cada ser humano (de lo que está permitido y lo que no, de lo que es y no es negociable dentro de la relación amorosa). Así lo explica la psicóloga clínica Jenn Rivadeneira. Cada uno va creando esta especie de reglas a partir de sus experiencias y necesidades, por lo que varían de una persona a otra, explica la especialista. Aunque hay ciertos detalles que se deben considerar.

La clave es que aporten independencia y libertad a cada miembro de la pareja, a la vez que permitan que se sientan auténticos y que no estén en control del bienestar personal.

Dice Rivadeneira que “podemos hablar de muchos límites”, pero que hay dos tipos importantes: los físicos y los psicológicos o emocionales. Los primeros se refieren a la comodidad que tiene cada persona con su cuerpo, a su privacidad y al contacto físico. Son fundamentales porque implican lo que concierne a las relaciones sexuales: con el hecho de saber respetar un no de lado y lado.

Los de tipo psicológicos se relacionan con entender cómo se está sintiendo la otra persona y respetar esos pensamientos y sentimientos, según la especialista. Implica, asimismo, la regulación de las emociones de las dos partes de la pareja.

La psicóloga Maribel Paz profundiza y propone tres tipos de límites que todas las parejas deben tener claros. Los inquebrantables, señala, “son los indispensables para garantizar la seguridad y están basados en el sentido común”. Los que son importantes para el bienestar “son las normas y acuerdos a los que la pareja llega democráticamente”. Y los de convivencia que se establecen para mantener el orden y la armonía en el día a día.

Incluso hay quienes son más específicos y establecen límites para diferentes aspectos de la vida como la familia, de economía, de comunicación, entre otros. 

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