El perdón es uno de los componentes más importantes en las relaciones de pareja. Esa es la conclusión a la que han llegado innumerables estudios psicológicos y científicos. De hecho, existe la teoría de que el perdón sería la clave para una relación saludable y feliz.

La razón por la cual resulta tan im­portante en las dinámicas de convivencia está en que los seres humanos no son perfectos y, como tales, cometen errores que pueden causar daño a otros, aún sin intención de hacerlo. Perdonar permite sanar y renovar el estado de ánimo y el espíritu y estar abiertos a continuar con mejores experiencias.

Camila Valencia, psicóloga de parejas, explica que si bien muchas personas pueden decir que han encontrado a su ‘alma gemela’, la realidad es que todas las personas son sumamente distintas en muchos aspectos. Por ello pueden existir desacuerdos y discusiones que terminen lastimando a alguien.

“Pero no se trata de perdonar de la boca para afuera. El perdón conlleva un proceso interno más profundo”, aclara la especialista. Se trata de una introspección en la que la persona herida puede reflexionar sobre lo ocurrido, entender los sentimientos y prepararse para dejarlos ir. Es decir, despojarse de las emociones negativas para seguir con su vida.

También recalca que perdonar no quiere decir que se deba continuar viviendo en una relación tóxica. En esos casos, la decisión debe ser apartarse y darse el tiempo de sanar para luego incluso llegar a perdonar a la otra persona por lo ocurrido. “No quiere decir volver o regresar con esa persona. Es simplemente dejar ir lo negativo y quedarse en paz con uno mismo”.

Un estudio publicado en el Journal de Psicología Familiar buscaba mostrar la importancia del perdón en las relaciones de pareja a largo plazo. Uno de los resultados obtenidos fue que en aquellas parejas en las que existía esta práctica se sentía una convivencia más feliz. También se reveló que la falta de perdón aumentaba los sentimientos negativos y también generaba más conflictos.

“Es típico escuchar en las discusiones de pareja que uno de los dos, en medio de una pelea, saca algo que tiene guardado desde hace mucho tiempo. Puede ser de una discusión pasada, de algo que no se dijo en su momento, o algo que incluso parecía haberse solucionado”, cuenta la psicóloga.

Esto solo muestra que esa crisis pasada no fue superada, que el perdón no fue genuino y que, al contrario, sobre esa situación seguían aumentando el resentimiento y el enojo. Entonces aparecen problemas para mantener los compromisos o resolver los conflictos cotidianos.

En estos casos, la pareja entra en un ­círculo vicioso y destructivo que afecta no solo a la relación presente sino a las futuras. “Cuando no soltamos estas emociones, simplemente las guardamos para una próxima ocasión. Es como si estuvieran en reposo, esperando el momento menos oportuno para salir”, dice la psicóloga. Esto se traduce en problemas de confianza y tendencia al autosabotaje por temor a que la otra persona pueda causar daño.

El perdón ayuda a que las parejas puedan tener una convivencia más sana y genera más motivación. “A veces pensamos que perdonar nos pone en una situación vulnerable, pero también es una forma de mostrar a la otra persona que estamos dispuestos a seguir adelante y que también tienen la responsabilidad de honrar ese compromiso”, destaca Valencia.

Mantener una relación no es sencillo. Encontrar puntos en común con otra persona es necesario pero también comprender las diferencias y aceptarlas. También hay que trabajar en el perdón a uno mismo. Este es uno de los más difíciles de alcanzar pero, a largo plazo, ayudará a que cada persona mantenga una mejor salud mental y emocional.