Perdonar es uno de los actos más nobles que puede tener el ser humano. Hacerlo requiere de voluntad, ganas y sobre todo amor, por lo que no es una tarea fácil de cumplir.

Perdonar a los hijos puede parecer más sencillo que perdonar a la pareja. La razón está en que a los hijos los amamos más que a nosotros mismos. Perdonar es un proceso y requiere de la buena voluntad, la intención y la madurez para hacerlo, a pesar del dolor que nos hayan causado.

“El resentimiento y rencor que es lo que no nos permite perdonar es un ancla hacia el pasado, y puede ser descrito como un laberinto del que cuesta salir, pero no es imposible”, señaló la psicóloga clínica Carolina Espinosa.

Muchas veces pedimos perdón o decimos que perdonamos, pero no lo hacemos con el convencimiento necesario; es decir, no proviene desde el corazón. De allí que en la primera discusión que exista, nuevamente saldrá a la luz el conflicto y el resentimiento.

El proceso de superación de una herida empieza por dejar de alimentar el dolor, no recordarlo ni seguir hablando de él, porque esto nos convierte en “víctimas”, que puede ser ‘útil’ si se trata de lograr simpatía de los demás; pero a la final solo genera sufrimiento.

Quien tiene que perdonar debe saber que no se trata de suponer que no ha sucedido nada y seguir adelante, sino que lo que pasó fue superado y puede seguir con su vida, con o sin la pareja, pero con la paz interior de haber olvidado el dolor que sintió.
Cuando alguien nos lastima, debemos entender que tenemos una parte de la responsabilidad de que eso haya sucedido. El no aceptarlo, solamente evitará que el dolor nunca se sane.

“Si decides aceptar tu parte, pregúntate: ¿cuántas veces sentí malestar y lo dejé pasar?, ¿por qué no hice nada para solucionarlo?, ¿por qué permití esto?”, explicó Espinosa.

Por ello, perdonar es un acto de comprensión de uno mismo, de nuestras debilidades, limitaciones, miedos, aciertos y cualidades. “Perdonar significa entender desde nuestras emociones que no eres mejor que los demás, que todos nos equivocamos y que es probable que tú también hayas fallado alguna vez; sé compasivo contigo y con tu pareja, permite que los sentimientos positivos prevalezcan. Lograr el perdón es el elemento fundamental para reparar el vínculo de pareja; es un proceso que requiere de voluntad”, dijo la experta.

Para empezar a perdonar se debe comprender cuál fue la causa del problema, conocer los sentimientos y pensamientos del otro, su punto de vista del tema y cómo se puede enmendar para que no vuelva a suceder nunca más.

“Es fundamental que estén dispuestos a escuchar, que no se estanquen en atacar al otro y defenderse de sus “críticas”. Consideren ofrecer disculpas y perdonar de corazón, establezcan nuevos límites para recuperar el respeto y la confianza y propónganse no caer en las fallas del pasado, tampoco recordárselas constantemente a la pareja”, finalizó Espinosa.

Entendamos que en una relación siempre son dos los que intervienen, los que aportan y construyen o destruyen. Por ello, cada uno debe asumir su responsabilidad en la pareja y establecer los parámetros en los que puede mejorar y crecer cada día como persona.