Aprenda a superar las crisis en la pareja

Las crisis son problemas que no encuentran solución fácil y necesitan de la ayuda de un experto para poder manejarlas
El amor se puede romper si no se supera la crisis
15 de mayo de 2018 16:38
Nancy Verdezoto

A lo largo de nuestras vidas en pareja atravesaremos un sinnúmero de crisis. Hay las previsibles y las que aparecerán a lo largo de nuestra convivencia.

Según el psicólogo Pablo García, las crisis se producen por tres factores: la desorganización en el día a día de la pareja, la incapacidad para resolver ese ‘impasse’ y uso de los mismos métodos que no funcionan.

Por ello, no todas las dificultades que se presenten en su camino como pareja son necesariamente unas crisis. Conflictos y disputas pueden existir permanentemente, hasta que se consiga un acoplamiento de la pareja, pero dependerá de la profundidad de los problemas para que sea considerada una crisis como tal.

Para diferenciar los conflictos naturales de las crisis, el psicólogo explica que una molestia que dura más de una semana se puede entender como una incomodidad que necesita ser resuelta, pero si dura más de dos meses es porque es un problema real y amerita algún tipo de ayuda.

“Es como un dolor de muelas. Si molesta por una semana entiendo que algo pasa, pero si se prolonga por mucho tiempo significa que necesito que un dentista la revise de inmediato porque algo más grave está sucediendo”, dijo García.

En su experiencia, el terapeuta cree que hay tres temas que son los que más crisis provocan: las finanzas, los hijos y la intimidad y sexo. Sobre estas áreas se producirán un sinnúmero de desencuentros, que se pueden profundizar con el paso de los años, si es que no se han solucionado correctamente. Lo importante es que ambos quieran llegar a soluciones del conflicto, porque si se quiere imponer una razón por sobre la otra será muy complicado dialogar y encontrar puntos de unión y concordancia.

Si existe un tema de conflicto, lo ideal será buscar una solución que por lo general es acudir a una terapia de pareja. Lo importante es que ambos deseen hacerlo, porque de los dos dependerá el que se solucione un problema. Además, se pueden separar; a veces un tiempo ayuda a entender mejor qué se quiere y luego se puede trabajar en solucionar el conflicto: sea estando juntos a mediante una separación definitiva.

No todas las crisis suponen el final de una relación, pero se debe estar claro cuándo sí es una señal de que estar juntos ya no es viable. Darse cuenta de que ha llegado el momento de decir adiós puede ser complicado, porque los sentimientos estarán a flor de piel y la razón no será la que opere en ese momento. Además, si sabemos que el miedo al cambio es muy fuerte, algunos preferirán vivir en una relación desgastada y sin amor con tal de no alterar la rutina y el ‘status quo’ en el que han vivido por mucho tiempo.

Si una pareja se separa, se debe entender que es una etapa que pasará, que se rompe la relación no la vida personal, que se tendrá que atravesar por un momento de tristeza y frustración.

García aclara que hay cinco crisis marcadas en todas las relaciones o al menos en su mayoría. De los 0 a los 2 años aproximadamente de convivencia se da la primera crisis, la del compromiso, en donde se define si se dará el siguiente paso para formalizar una relación. La segunda es cuando se produce el nacimiento de los hijos, porque entra una persona más a integrar la relación. Luego será la crisis de los hijos adolescentes, que más o menos dura cuatro años, hasta que sus chicos se conviertan en jóvenes; después vendrá el nido vacío, cuando los hijos se van y están nuevamente solos los dos como pareja; y, finalmente, cuando se produce la muerte de uno de los dos. A más de estas pueden existir otras crisis que serán o no determinantes para una relación

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