Cuando de estatura se trata, el convencionalismo social manda que en la pareja heterosexual el hombre debe ser más alto que la mujer. Un estereotipo que con los vientos de cambio de la actualidad está empezando a tambalearse. Sobre todo, cuando hay cada vez más referentes entre las celebridades que ejemplifican esta metamorfosis de mentalidad.

La célebre Zendaya y Tom Holland demuestran que en una relación ese componente físico es lo de menos. En declaraciones durante la gira promocional de ‘Spider-Man: No Way Home’, película que ambos protagonizaron, la actriz dijo que el criterio de que las mujeres no deben ser más altas que sus parejas le parece “absurdo y misógino”.

Además, para ella, se trata de una situación normal, ya que su madre es mucho más alta que su padre. Ni para Zendaya ni para Holland es un problema los seis centímetros que ella le saca. Tampoco es un parámetro que siga teniendo la misma importancia que antes en Hollywood, según dejó claro el actor británico.

Aun cuando estos ejemplos son cada vez más numerosos en el ‘jet set’ surge la duda de si es una tendencia que puede tomar fuerza en el terreno de los ‘simples mortales’. ¿En la sociedad en general, influye la estatura en la relación o en la conexión? ¿Siguen las mujeres buscando hombres más altos que ellas? ¿De dónde surge este convencionalismo?

La psicóloga clínica Josseline Chauez señala que “es un tema de expectativas marcadas por cultura, pero que también tiene muchos componentes en cuanto a la conexión biológica”. Para explicar cómo influye la biología en la preferencia de las mujeres por hombres más altos que ellas, la especialista menciona que hay tres niveles de interacción mediante los cuales los seres humanos nos sentimos atraídos hacia otros seres humanos.

El primero es el físico -la llamada ‘química’- y se refiere a “que nos sentimos atraídos por personas con las que somos biológicamente compatibles para reproducirnos”. Tiene que ver con la supervivencia y casi no tenemos voluntad sobre este aspecto.

El segundo componente es el cognitivo y tiene que ver con la mentalidad y los intereses mutuos. El último tipo de conexión es el espiritual, que abarca valores y principios en común.

Cambio de perspectiva

Joe Jonas mide 1,70; su esposa Sophie Turner alcanza los 1,75 m. Foto tomada de El Diario NY

Así, Chauez detalla que las personas se sienten atraídas en primera instancia por lo que les gusta, por lo que les parece biológicamente compatible. Con esta premisa en mente, y desde el punto de vista de la evolución y la biología, las mujeres tienen una necesidad de protección que desde hace millones de años se ha relacionado con cuán erguida es la espalda del hombre, que a la final determina su estatura, o cuán fuerte parece ser.

Es lo que señala la especislista basada en estudios científicos. "Aparte de que la biología mismo ya nos genera una atracción por lo más protector, nosotros identificamos (culturalmente) como protector al alto”, menciona la psicóloga.

Esto porque el prototipo de belleza masculina en el occidente sigue marcando a los hombres altos como ideales. Sin embargo, el componente biológico representa solo el 30% de la atracción, mientras que el 70% depende de las construcciones culturales occidentales.

Son precisamente los casos como el de Zendaya y Tom Holland u otras figuras públicas, las que han hecho que los integrantes de las últimas generaciones (X o Z) empiecen a cuestionar esos parámetros sociales e incluso la propia biología, según Chauez.

Las mujeres, sobre todo en el contexto de América Latina con estaturas promedio, están empezando a valorar otro tipo de conexiones: la cognitiva y la espiritual. Es decir, que encuentran esa protección a priori biológica en los otros ámbitos. La necesidad de ser cuidadas (más que como mujeres, como especie) se cubre a través de acciones, el trato, las palabras, la demostración de valores, entre otros, precisa.

Si miles de años atrás, la mujer demandaba esta protección sustentada en lo físico ahora “necesitamos a alguien que nos proteja de las adversidades de la vida, de la presión social... en los ámbitos afectivos y espirituales. Algo que una persona de estatura media baja nos puede proporcionar perfectamente”, advierte Chauez.

Para la psicóloga Alejandra Sánchez, a pesar de que los famosos plantean otras posibilidades de parejas, en Latinoamérica y en Ecuador el estereotipo está aún muy marcado. Las celebridades como Zendaya y Holland, Joe Jonas y Sophie Turner, Nicole Kidman y Keith Urban son modelos que motivan a un cambio de percepción. En otros países con otro tipo de educación y “más liberales”, según Sánchez este convencionalismo se empieza a diluir.

Claves

Keith Urban mide 1,78; su esposa Nicole Kidman, 1,80 m. Foto tomada de El Espectador

Origen. La psicóloga Sánchez considera que este convencionalismo se cimienta en lo que hemos visto desde pequeños: que un hombre atractivo es el más alto. Además se relaciona con la idea de que mientras más alto, más fuerte y protector.

Conexión. Cualquier tipo de relación en la que es cuestionada la construcción social (en la que el hombre es de estatura media baja) tiende a ser más profunda y a durar más. Una cuestión que se basa en evidencia científica, según la especialista Chauez.

Superficial. Esto último tiene que ver con el hecho de que la atracción física es fácil e instintiva, mientras que las cognitivas y espirituales son más difíciles de lograr, pero se sostienen más en el tiempo, según Chauez.

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