El Día de los Enamorados es el pretexto que las parejas escogen para planificar sus viajes e incluso para formalizar sus compromisos. Las haciendas patrimoniales, hoteles spa, las playas o los cruceros diversificaron su oferta para recibir a estos viajeros durante el 14 de febrero y ampliar su estancia hasta el domingo 16.

Según Carla Vasco, de la empresa Viajes, Bodas y Más, la tendencia actual es que las parejas escojan un lugar que no solamente sea el escenario de la petición del matrimonio, sino que también el viaje conlleve experiencias turísticas.“Los novios no miran el precio cuando de amor se trata, aunque en los últimos meses se impone la tendencia de escoger destinos donde existan proyectos sustentables con la comunidad y que oferten turismo experiencial”, explica Vasco.

Para ella, Ocean Party en Puerto Cayo alcanzó fama internacional por mantener proyectos sustentables con la comunidad. Este destino se potenció, además, con la implementación del restaurante Las Tanusas, donde se invita a las parejas a cosechar y pescar para luego preparar los alimentos que se servirán en el almuerzo o en la cena.

Galápagos es otro destino de alta demanda para las parejas de enamorados. Las arenas blancas del archipiélago, cerca de lobos marinos e iguanas, no solo se han convertido en una locación para celebrar bodas sino también para formalizar el compromiso matrimonial.

Petición de matrimonio en la ribera del río Misahuallí, en el cantón Tena. Foto: Cortesía Verónica López

En hoteles como Golden Bay en San Cristóbal o Acacia en Santa Cruz, por ejemplo, se ha promocionado por varias semanas los paquetes diseñados para parejas. Para los extranjeros, en cambio, la oferta de mayor demanda se encuentra en los cruceros.

En la Sierra, la declaración de Pueblos Mágicos que otorgó el Ministerio de Turismo a los cantones de Cotacachi, Patate, Alausí, San Gabriel y Zaruma se aprovecha con paquetes que incluyen rutas turísticas dentro de la ciudad.

En Cotacachi, el Hotel La Mirage plantea paquetes de spa, alojamiento y gastronomía en donde la fragancia a lavanda los diferencia, ya que a más de ser cultivada allí, esta hierba es uno de los insumos principales en su spa y en sus platillos.

En Cotacachi podrá visitar los 300 talleres que confeccionan prendas de vestir a base de cuero, una actividad que se realiza en el cantón imbabureño desde el siglo XIX y tuvo su época de oro durante la Segunda Guerra Mundial.

Paseo en pareja frente al volcán Chimborazo, en la Sierra Centro. Foto: Cortesía Santiago Sánchez

En Alausí, en cambio, la ruta de tren hacia la Nariz del Diablo se presenta como un destino para vivir experiencias de novios, debido a las fotografías pintorescas que se puede lograr durante el viaje, mientras el ferrocarril avanza en zigzag sobre un desnivel de 500 metros, para luego admirar la hoya del río Chanchán y conocer parte de la cultura de los Puruhaes en Sibambe.

Otro destino que se pone de moda en estas fechas es la hacienda San Agustín de Callo, ubicado a 75 km al sur de Quito, en Lasso. Este lugar se erigió sobre un palacio inca, pero también alojó en su suelo a un convento agustino y fue morada temporal de la Misión Geodésica Francesa, en 1742. Es famosa por las fotografías en pareja que allí se pueden lograr.

Los paisajes de la Amazonía son otra característica que también buscan los novios para sus viajes. En Misahuallí, por ejemplo, al contacto con la fauna y flora del sector, le añadieron paseos en bote y gastronomía.

Según Estefanía Maldonado, planificadora de pedidas de mano y matrimonios, cada detalle es importante mientras se organiza el evento. “Trate que el momento de formalizar el compromiso sea privado”, recomienda. Su empresa oferta tres paquetes para estas fechas, con tarifas que van desde los USD 160 a los 250.

Cena romántica en los jardines de la hacienda Manteles, ubicada en el cantón Patate. Foto: Cortesía