¿Quién lleva el control en la relación?

Cuando hay desequilibrio en la relación, uno será el dominante. Esto provoca conflictos.
Una relación saludable se basa en el equilibrio y el respeto mutuo. Foto: Pexels

Una relación saludable se basa en el equilibrio y el respeto mutuo. Foto: Pexels

30 de enero de 2019 16:35
Nancy Verdezoto

En toda relación sana, ambos miembros de la pareja se preocupan y están pendientes del otro. Esto forma parte de su crecimiento y desarrollo como un equipo.
Un estudio publicado en la revista estadounidense Psychological Science demostró que la mayoría de personas prefiere sacrificar tiempo y energía por un ser querido a hacer cosas por uno mismo.

Este impulso, que en principio es saludable y fortalece la relación, puede desencadenar una necesidad obsesiva por controlar todo de su pareja, dónde está y con quién, y también de proveerle de todo para suplir cualquier necesidad que tenga.
Esto genera malestar y produce problemas en las relaciones porque se priva de autonomía al otro y además demuestra inseguridad en uno mismo.

“Este comportamiento entraña también dependencia, necesidad de ser uno con la pareja, y lleva a la sensación inconsciente de que las diferencias los separan. Entonces, una discusión en la que se busca tener el control o la razón es una forma de permanecer con el otro, pero también sobre el otro”, dijo la psicóloga Carolina Espinosa.

El control en la pareja está ligado a un tema de poder, de quién es el ‘fuerte’ en la relación. Para controlar a la pareja no les importa utilizar herramientas y estrategias que le garanticen siempre tener la razón.

Una de esas acciones es la manipulación, logran que la otra persona haga por ellos todo lo que no quieren, siempre se salen con la suya y nunca se disculpan. Así, el otro se siente que es el que falla, el que no entiende, el que no cede; pero en realidad es el controlador el que hace lo que quiere porque se lo permiten. “No se trata de juzgar a la persona ‘controladora’, hay que entender que este comportamiento es un aspecto de doble vía, lo que significa que si la pareja es así, también hay una necesidad inconsciente de ser controlado”, puntualizó Espinosa.

Por ello, tanto el controlador como el controlado deben entender la dinámica que rige su relación. Si uno de los dos no acepta los patrones conductuales debe expresarlo y buscar ayuda para la pareja. El control excesivo suele provocar también problemas de autoestima y aceptación.

Una pareja que se consolida a través del respeto, el amor, las diferencias y una comunicación abierta; que permita discutir los diversos conceptos y perspectivas de las situaciones, será saludable y de crecimiento mutuo.

Te puede interesar