Compartir las tareas de la casa aumenta la pasión

Las parejas que perciben que hay una relación equitativa en cuanto a división de responsabilidades están más predispuestas a tener relaciones sexuales
En los hombres la carga mental no tiene efectos en las ganas de tener sexo, según los expertos. Las mujeres sí necesitan ese apoyo. Foto: Freepik

En los hombres la carga mental no tiene efectos en las ganas de tener sexo, según los expertos. Las mujeres sí necesitan ese apoyo. Foto: Freepik

19 de septiembre de 2022 06:40
Gabriela Balarezo

Recordar los cumpleaños del mes, estar pendiente de lo que hace falta en la despensa, armar la lonchera que los niños se van a llevar a la escuela y una larga lista más de tareas ocupan el día a día de la mente de las mujeres. Lo que puede resultar realmente agotador.

La carga mental que tiene una mujer puede convertirse en el enemigo número uno del deseo sexual. Y no es solo un decir, hay evidencia científica que lo respalda.

El último estudio al respecto fue publicado hace algunas semanas en Journal Sex Research. Lo que los investigadores querían saber es cómo todo ese trabajo extra que en la mayoría de los casos ‘cargan’ las mujeres afecta a su energía y a las ganas para mantener intimidad con la pareja.

Simone Buzzwell y Eva Johansen, psicólogas de la Universidad Tecnológica de Swinburne y autoras principales del estudio, explicaron -en un artículo de ‘The Conversation’ sobre su investigación- que se centraron en el deseo sexual femenimo porque la falta de libido afecta a más del 50% de las mujeres y es difícil de tratar.

La conclusión a la que llegaron es que “las mujeres con relaciones igualitarias (en cuanto a las tareas domésticas y la carga mental) están más satisfechas y, a la vez, sienten más deseo sexual que las que tienen relaciones desiguales”.

María Fernanda Serrano, psicóloga y sexóloga, explica que “la libido se ve afectada por diferentes factores”. Esta investigación reciente es una de las pocas que se relaciona con el estado de la relación y cómo esta influya en la baja del placer. Una situación que no afecta de igual manera a los hombres.

“Es muy común encontrarse con parejas que acuden a terapia porque el aspecto sexual no está a tope”, menciona la especialista. En la mayoría de esos casos le comentan las pacientes que sus esposos o novios no están felices con la frecuencia de la actividad sexual.

Y no es algo que tenga que ver con la creencia errónea de que, por lo general, las mujeres tienen menos ganas que los hombres. “Eso es una mentira”, aclara Serrano.

Mientras que las psicólogas Buzzwell y Johansen detallan que las mujeres describen al deseo como un estado de ánimo o la necesidad de cercanía. Al mismo tiempo, indican que es fluctuante ya que responde a experiencias de la vida y la calidad de las relaciones románticas.

La libido de la mujer aumenta si la conexión con la relación es fuerte. Foto: Freepik

La libido de la mujer aumenta si la conexión con la relación es fuerte. Foto: Freepik

Este último aspecto es la clave del estudio para la sexóloga Serrano y lo que explica la disminución o ausencia del deseo con respecto a la carga mental. “Si la mujer no se siente satisfecha con el estado de la relación de pareja, ya no encuentra atractivo a su esposo o novio”, afirma. En consecuencia, no va a tener ganas de tener relaciones íntimas con él.

Lo que quiere decir es que el deseo se apaga en relación al sujeto en específico, el que provoca la sensación de que la carga en el hogar no es compartida. Porque la persona que experimenta esto puede perfectamente, según Serrano, conservar las ganas de masturbarse, por ejemplo.

Hay un caso de una chica que llegó a la consulta de Serrano que evidencia lo que plantea el estudio. Esta mujer le decía a la especialista que cuando deja a su hija a cargo de su esposo mientras ella se baña y al salir lo encuentra jugando con ella, sus ganas de tener un encuentro con él se disparan.

Si al contrario, al salir encuentra a la niña con la tablet y a su esposo en sus asuntos se le quitan de inmediato las ganas. El problema de la carga mental afectando a la libido suele ser más habitual en madres. 

Sobre todo entre los 8 y 12 meses después de nacido el primer hijo. “Vienen desencantados o resentidas con sus esposos, porque no contaron con ellos de la manera que ellas esperaban”, dice Serrano.

La psicóloga Carola López indica que a su consulta llegan mujeres, con una carga mental excesiva, a las que no les apetece tener intimidad. La especialista explica que el deseo sexual depende un poco de la amígdala, una parte del cerebro que gestiona las emociones básicas. Así, si están preocupadas o tienen miedo, el deseo se inhibe de inmediato.

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