La charla de lo que incomoda ayuda a la relación

Tener amigos del sexo opuesto o salir con los compañeros de trabajo son situaciones que, en algunos casos, afecta a uno de los miembros de la pareja, aunque no debería. Tiene que ver con la confianza.
El diálogo en la relación es indispensable para que no existan problemas. Foto: Julio Estrella.

El diálogo en la relación es indispensable para que no existan problemas. Foto: Julio Estrella.

30 de agosto de 2022 14:30
Gabriela Balarezo

Le pasa a Devi, la protagonista de la serie éxito de Netflix ‘Yo nunca’ (‘Never Have I Ever’), cuando su novio vuelve a ser amigo de una expareja tras resolver un malentendido. La adolescente simplemente no puede evitar que esta situación le moleste, aunque –en teoría– no debería. Su novio no le ha dado motivos para preocuparse, pero ahí está la espinita clavándose todavía más.


Episodios de este tipo son prácticamente un común denominador en gran parte de las parejas. Algunos lo hablan abiertamente y resuelven el problema, mientras que en otros casos termina por ser una bomba que explota y pone fin a la relación.

Se trata de acciones o circunstancias que no deberían afectar a la pareja, pero que se vuelven un motivo de conflicto habitual. Como existen hábitos (considerados malos) que erosionan la relación, también hay cosas a las que una de las dos partes le presta más atención que la que se merece.

El ‘catálogo’ es extenso y dependerá de la personalidad y las vivencias de cada persona. Puede ser que a uno de los dos le guste salir con sus compañeros de trabajo y su pareja no vea estas salidas con buenos ojos. O que uno no vea como contraproducente el hecho de que puedan parecerle atractivas otras personas y su novio o novia no estén de acuerdo.

Cuando estas situaciones se transforman en problemas es porque hay un trasfondo que lo provoca. “En general, podrían tener relación con una falta de confianza o con inseguridad personal”, menciona la psicoterapeuta de parejas, Marián Fernanda Acosta.

La especialista apunta que el tener una pareja implica “el tener la libertad de expresar con qué nos sentimos cómodos y con qué no y poder negociar al respecto”.
En este sentido, Acosta menciona “que nunca será una opción saludable asumir y no conversar y mucho menos privarnos de actividades recreativas (si fuera el caso) porque nuestra pareja tenga asuntos pendientes en su desarrollo emocional”.

En los últimos tiempos, con el auge de las redes sociales, surgen también situaciones que pueden tornarse problemáticas en este ámbito. Hechos simples como recibir ‘likes’ (sobre todo cuando vienen de alguien del sexo opuesto) o aceptar una solicitud de amistad tienen potencial para enfrentar a los enamorados. Lo que para uno puede resultar inocente para el otro es una provocación.

“Con respecto a las redes sociales se toca el tema de la privacidad y somos nosotros mismos quienes debemos decidir con quién la compartimos y hasta qué punto, incluso cuando se trata de la pareja”, advierte Acosta.

Testimonios 

1. Emilia, 20 años, estudiante de Psicología.  Yo ya no tengo Instagram y ha sido un alivio. Antes, cuando tenía una cuenta, era ‘full’ invasiva con mi novio. Le ‘stalkeaba’ para ver a quién seguía y a quién le daba ‘likes’. Me comparaba mucho con las chicas que él seguía, aunque eran solo amigas suyas. Fue muy importante conversarlo en la relación porque sí me afectaba.

2. Martín, 27 años, ingeniero agrónomo. Era algo que me pasaba con una expareja. Me molestaba que no fuera decidida. Que no tuviera objetivos claros o concretos. Pasaba diciendo mucho tiempo lo que quería hacer y no movía sus cartas para hacerlo rápidamente. Además, se quejaba mucho porque no lograba llegar a ese objetivo que tanto quería.

3. Nicole, 22 años, estudiante de Administración de Empresas.  Me desconcierta que mi novio me mienta al querer realizar una actividad que a él le gusta pero que supone que me va hacer enojar a mí. Asume cosas que no son. Al principio de la relación que él saliera a hacer sus cosas sí me molestaba, pero es algo que he trabajado con terapia y gracias a lo cual entendí muchas cosas.

4. Luis, 23 años, estudiante de Medicina.  Una cosa que me fastidia o me molesta es que mi novia no tenga un buen manejo de sus finanzas. Que gaste y se endeude más de lo que puede pagar. Yo difiero mucho porque yo gasto siempre solo de lo que tengo ahorrado. Nos lleva siempre a discusiones de por qué no entiende por qué yo le reclamo por eso.

5. Elena, 33 años, parvularia  De mi esposo, con el que me casé hace un año, me choca que no entienda que yo tenga mis propios gustos; por ejemplo, para la decoración de la casa, y él quiere elegir solamente lo que va acorde con sus gustos personales. Creo que las decisiones de lo que respecta a nuestra vida en común son en conjunto y él no es del todo consciente de eso.

6. José, 21 años, estudiante de Producción Musical En mi caso, el problema ha sido asumir que algunas cosas significan algo que no son. Por ejemplo, a mí me ha pasado con los ‘likes’ en redes sociales. Solía asumir que significaban algo más, pero sin preguntar ni conversar. Hay cosas insignificantes en las que te quedas pensando en lugar de conversarlo.

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