Bodas en pleno 'toque de queda' en Ecuador

Ni las manifestaciones ni los cierres viales pudieron impedir que algunas parejas sellaran sus compromisos.
Karina y Bryan se casaron el 12 de octubre, en medio del caos provocado por las protestas indígenas. Foto: Cortesía Provenovias

Karina y Bryan se casaron el 12 de octubre, en medio del caos provocado por las protestas indígenas. Foto: Cortesía Provenovias.

17 de octubre de 2019 12:46
Nancy Verdezoto

El 12 de octubre de 2019 quedó grabado como un día para la historia. El Ecuador vivía un caos inusitado, había desesperación, nerviosismo, violencia y delincuencia. Pero también se convertiría en el día más importante para una pareja.

Ese sábado, había sido elegido por Karina y Bryan para convertirse en marido y mujer. Hace varios meses empezaron con la organización de la recepción y habían decidido casarse en la capilla de San José Custodio, del Redentor en el valle de Los Chillos.

Nunca se imaginaron que ese día los vivirían entre los nervios y la alegría. La misa estaba prevista a realizarse a las 15:00, 34 minutos luego de que se decretara el toque de queda. Ni los novios ni los invitados alcanzaban a comprender el problema en el que estaban metidos.

Con todos en la iglesia, listos para empezar, el último en llegar fue el novio. Bryan había tenido que sortear un sinnúmero de bloqueos en la vía, para poder acudir a la cita más importante de su vida; hacerlo no fue nada fácil, pero el amor es más fuerte y no importó caminar por kilómetros con su traje y zapatos de charol. Él y su mamá tuvieron que pasar tres cercos de protestas y policías en la vía al Tingo.

La ceremonia fue hermosa y muy emotiva, pero los novios y los invitados se enfrentaban al temor de que las vías para llegar a la quinta El Ángel de Piedra, en el kilómetro 3 ½ de la vía Pifo, donde se realizaría la recepción, estuvieran cerradas por los manifestantes. Esa carretera había estado bloqueada desde el inicio de las protestas, el 3 de octubre pasado.

Antes de que finalizara la boda, Alexandra Gaón, wedding planner de Provenovias, empezó con la tarea de despejar el camino. Junto a su equipo “retiramos los escombros más cercanos al área de acceso a la quinta donde se realizaría la recepción. Una hora antes de la celebración imploré la ayuda de la Policía para que corrieran unos metros el cerco que habían formado para evitar el paso de manifestantes (precisamente a 20 metros de la iglesia)”, explicó la organizadora.

Las vías para llegar a la quinta, donde se realizó la recepción, estuvieron llenas de manifestantes. Foto: Cortesía Provenovias.

Las vías para llegar a la quinta, donde se realizó la recepción, estuvieron llenas de manifestantes. Foto: Cortesía Provenovias.

Con micrófono en mano, una de las invitadas explicó a los asistentes la ruta que debían tomar para poder llegar a la quinta. Nunca se imaginaron que su día más importante se realizaría en medio de una convulsión social.

“Sentía mucha angustia y nervios mi novio no podía pasar, le llamaba y no contestaba; tenía miedo a que nos cojan los policías y no nos dejen pasar, creo que fue importante tener una organizadora de boda, ya que sin ella yo creo que ni nos casábamos. Muchas personas pensaron que íbamos a cancelar la boda; pero una vez que llegamos a la recepción sentí mucho alivio de saber que si me casé y que las personas lograron acompañarnos y celebrar con nosotros este día”, contó Karina. Pero al final, el amor triunfó y si ni un paro pudo detenerlos, nada podrá.

La recepción se realizó en la quinta El Ángel de Piedra, en la vía a Pifo.

La recepción se realizó en la quinta El Ángel de Piedra, en la vía a Pifo.

El mismo día, en redes sociales circularon imágenes y videos de otra boda que tuvo que hacer peripecias para poder llegar a la recepción. Jaime y Lizbeth habían planeado su matrimonio desde febrero: todo estaba listo para celebrar la misa en la iglesia de La Compañía y la recepción en un hotel del Centro Histórico también. Pero no contaban con que las calles aledañas al Palacio de Carondelet estuvieran cerradas debido a las protestas.
Esto les obligó a buscar una alternativa. El jueves 10 de octubre, dos días antes de la boda, movieron la ceremonia a la iglesia de Guápulo y la recepción al club La Giralda en Puembo, con la esperanza de que todo estuviera despejado.

“No podíamos mover la fecha porque teníamos familiares que habían venido del extranjero para la boda. La boda empezó puntual, nos casamos y cuando íbamos a salir de la iglesia nos enteramos que las vías estaban cerradas”, contó Lizbeth.

Ahí empezó la travesía para tratar de llegar a la recepción. En el camino, algunos de los invitados desistieron de la invitación, pues vieron la difícil que era circular por la ruta viva, para tratar de llegar a Puembo.

Pero los novios y sus familiares no se iban a dar por vencidos. Ellos estacionaron los autos en una casa cerca de la vía en el km 9, donde estaba obstaculizada, y caminaron hasta el redondel de Puembo, pasando el puente sobre el río Chiche, un poco menos de dos kilómetros. Allí consiguieron una buseta que los llevara hasta el lugar escogido para celebrar su unión.

“Justo pasamos por la manifestación y allí la gente nos tomaba fotos, nos grabó y gritaban: ¡‘qué vivan los novios’! Nosotros estábamos felices pero en un momento nos cogió la desesperación. Afortunadamente los ánimos de nuestros amigos y familiares nos ayudó, porque nos dijeron: ‘no pasa nada, caminamos’. Era complicado, porque en el país estábamos pasando algo muy fuerte, pero por otro lado estábamos felices de estar casados”, explicó Lizbeth.

Ellos llevaban 2 años y 8 meses de novios y se conocieron en Leblón Spor y ahora tienen una historia increíble para contar a sus futuros hijos. Incluso hay varias fotografías con el cerco policial que resguardaba el orden en la zona de la Ruta Viva, en el valle de Tumbaco, como prueba de su aventura de amor.

En redes se viralizó la imagen de una pareja rodeada de un cerco policial. Foto: Facebook

En redes se viralizó la imagen de una pareja rodeada de un cerco policial. Foto: Facebook

Te puede interesar