¡Atención con la ansiedad en casa!

No todas las crisis de ansiedad requieren terapia clínica. Si se repiten, puede ser señal de que algo más está pasando. El acompañamiento es fundamental para superarlas.
La ansiedad es la manifestación de un conflicto interno o de una situación que aparentemente amenaza.

La ansiedad es la manifestación de un conflicto interno o de una situación que aparentemente amenaza.

1 de febrero de 2022 07:30

Al poco tiempo del confinamiento estricto por la pandemia de covid-19, Daniela experimentó una especie de desesperación. Lo describe como un malestar físico.

Empezaba a hiperventilar, a sudar, sentía hormigueo en manos y pies, mareos y tartamudeaba. Las excesivas demandas de su trabajo la llevaron a trasnochar y a dormir pocas horas.

El simple hecho de escuchar el sonido de un mensaje en el celular ya era un detonante para sus crisis. Aunque cambió de empleo, hasta ahora evita escuchar ese mismo sonido en el teléfono porque aún la impacienta.

Fue diagnosticada con un cuadro de ansiedad y depresión. En su caso, desde niña tuvo exigencias para “ser la mejor” y desde entonces, según su psiquiatra, ya hubo síntomas como el estrés en la niñez que no fueron tratados adecuadamente.

Para Daniela, contar esto a su familia fue otro tema. Dice que es común recibir comentarios como “si tienes todo para ser feliz” o “échale ganas, todo depende de ti” y, para ella, no es así.

Emilio Salao, psicólogo del Centro de Psicología aplicada de la PUCE, explica que un ataque de ansiedad es la manifestación de un conflicto interno (generado en el pensamiento) fuera del control de la persona. Este puede ocurrir en cualquier momento tomando por sorpresa a quien lo padece, haciéndola sentir como si estuviera frente a una amenaza.

Todos podemos enfrentar alguna vez en la vida una crisis de ansiedad. No en todos los casos requiere una intervención clínica, advierte Salao.

Sí debemos preocuparnos cuando es recurrente y no se sabe cómo controlarla. La situación puede ser grave cuando la persona con ansiedad tiene alguna condición que desencadene una emergencia médica.

También cuando reacciona de manera agresiva hacia sí misma u otros. Salao recomienda que cuando una persona enfrenta un ataque de ansiedad es importante dejar que fluyan las emociones.

“Hay que permitir el desfogue emocional, dice dejarla llorar si fuera el caso o simplemente escucharla”, dice. Si el tema es recurrente es fundamental la compañía.

Para ello, se definen tres líneas de cuidado. La primera podría ser la pareja o la persona con quien convive a diario y que voluntariamente admita que puede contener la situación.

La segunda puede ser un familiar o amigo cercano que asista cuando el primer cuidador no pueda. Y la tercera línea viene a ser alguna institución con atención profesional.

En el caso de Daniela, el círculo de apoyo cambió cuando hace un año se casó y su esposo es quien la asiste como cuidador de primera línea cuando tiene una crisis de ansiedad. Al principio, él tampoco comprendía por qué Daniela no podía simplemente ‘estar bien’.

Él tuvo que acudir al especialista que la trataba, leer y consultar a otros expertos para aprender qué hacer cuando se acerque un cuadro de ansiedad. Ahora ya no recibe medicación y ha disminuido la ansiedad, poco a poco va volviendo a la normalidad. f

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