Aprenda a estar más presente en la relación
Aprenda a estar más presente en la relación
Hay una escena que se repite en ciertas relaciones: ambos llegan del trabajo, se acuestan en el sillón o en la cama, prenden la televisión y cada uno se enfoca en su teléfono. ¿Suena familiar?
También puede ocurrir que, mientras una persona habla, la otra está con la cabeza en otro lugar. Esto puede causar una sensación de frustración y molestia, porque se puede pensar que lo que uno de los dos siente o piensa no es importante para la otra persona.
Estas situaciones son ejemplos de un problema particular muy común en las relaciones de hoy en día. Las parejas no siempre están 100% conectadas y muchas veces no se dan cuenta de ello hasta que aparecen los problemas más grandes.
Sentirse poco o nada valorado puede ser un factor determinante en el futuro de la unión. Es también una cuestión de respeto. Que una persona esté en el teléfono mientras otra le está hablando no es una situación ideal y puede aumentar los conflictos en la convivencia.
En el 2014 se hizo un estudio denominado ‘Efecto iPhone’ para demostrar que en muchos casos la sola presencia de un teléfono celular puede arruinar una conversación. Este experimento se realizó con 200 participantes y los investigadores encontraron que al colocar el teléfono en la mesa o hacer que los voluntarios lo sostengan en sus manos ya generaba una distracción y disminuía la calidad de la conversación.
Estar presentes es más que compartir un mismo espacio, es un ejercicio que requiere de toda la atención de ambas personas en ciertos momentos. Esto se refiere a la ‘atención indivisa’, que significa dejar de lado lo que sea que se esté haciendo en ese momento y realmente escuchar a la pareja.
Este ejercicio de estar presente ayuda a mejorar muchos aspectos la relación. “Nos da un nivel de conexión necesario para reconocer el amor que se siente por la otra persona y también nos recuerda las razones por las que sentimos a ese individuo”, explica Samantha Boardman, una especialista en terapia familiar en un artículo en la revista Psychology Today.
Hay algunas formas de lograrlo. La primera es escuchar atentamente cuando la pareja está hablando. Si la mente empieza a divagar hay que tratar de reconectarse. Para ello se recomienda mirar a los ojos. Esto ayuda a mejorar la concentración.
“Si nos sentimos distraídos es necesario hacérselo saber a la otra persona, para que sepa que hay algo que nos preocupa y no sienta que no nos importa. Si nos comunicamos de forma honesta con las personas que amamos, nos sentimos más cercanos y hay más empatía”, destaca Boardman.
Estar presente también es un ejercicio de análisis. “Si nos damos cuenta que no estamos 100% en cuerpo y mente en el lugar y momento actual, preguntémonos en dónde estamos, qué estamos pensando. ¿Nos angustia o nos preocupa el trabajo, las tareas de casa, los niños o simplemente estamos sin atención? A veces tenemos que detenernos y cuestionarnos esto varias veces en el día”, apunta la especialista.
Eventualmente, tomar este tipo de acciones en favor de la relación será beneficioso a largo plazo. “Los niños aprenden con ejemplos. Si les mostramos que mamá y papá están siempre ocupados en el celular les enseñaremos que este objeto es nuestra prioridad por sobre ellos y sus necesidades”, agrega. Así también, se les enseñará a ellos que deben prestar atención a lo que otras personas les dicen. “¿Cuál es el mejor momento para usar el teléfono? Cuando estamos solos”, concluye Boardman.
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