EL ENAMORAMIENTO ES CLAVE PARA MANTENER UN MATRIMONIOEl amor puede desvanecerse poco a poco si no se alimenta constantemente.Tener un matrimonio sano y fuerte es muy complicado, requiere de un compromiso permanente de ambas partes y de que se busquen alternativas para mantener la llama viva. Antes, las parejas se separaban porque se terminaban odiando, las peleas eran constantes, los problemas se iban acrecentando y poco a poco el amor iba desapareciendo. Pero hoy en día, lo hacen porque no se aman lo suficiente.Un día, el esposo o la esposa se despierta sintiendo que ya nada es lo mismo. Que el apego, la necesidad del otro, la pasión que sentían el uno por el otro se ha ido poco a poco y es ahí cuando llega la temida frase: Te quiero, pero ya no estoy enamorado de ti. Estas palabras quedan resonando en quien las recibe, porque significan que el matrimonio está en crisis. Ha sido un proceso largo de ir perdiendo la conexión con su pareja y sobre todo el amor que los mantenía juntos. Antes, las parejas se quedaban juntas por temas económicos, presiones familiares, vergu00c3u00bcenza de los comentarios y chismes de los vecinos, etc. Hoy, la razón es la falta de amor y pasión en la relación.El terapeuta Andrew G. Marshall escribió en su libro 'Te amo pero no estoy enamorada de ti: Siete pasos para salvar su relación', que el problema principal de este tipo de casos es que no está clara la definición del amor ni de enamorarse. Por ello, recogió el estudio que hiciera la psicóloga Dorothy Tennov en los años 60. Ella se dio a la tarea de investigar qué es estar enamorado. El sexólogo Havelock Ellis había definido estos sentimientos en una fórmula simple: Amor = sexo y amistad, pero Tennov quiso tener la definición perfecta y luego de investigar a 500 personas, logró llegar a algunos puntos en común entre todos sobre el enamoramiento.Marshall los resumió así: Pensamientos intrusivos, porque no puedes dejar de pensar en el ser amado; sentir que se flota en el aire cuando se siente que hay reciprocidad; una sensibilidad muy aguda para ciertas acciones del otro que son percibidas como positivas, total incapacidad de interesarse en otra persona; miedo al rechazo o una timidez descontrolada cuando se está frente al otro; mayor intensidad de los sentimientos especialmente en las adversidades; los problemas, preocupaciones, etc. se vuelven menos importantes frente a la persona amada; la habilidad de encontrar lo bueno en la otra persona y dejar de lado lo negativo.No solo que todas las personas en el mundo experimentan sensaciones similares en la fase de romance, sino que tanto hombre como mujeres lo sienten con la misma intensidad, explicó Marshall en el libro. Para distinguir entre las relaciones largas y las emociones activas del primer enamoramiento, Tennov lo conceptualizó como: 'Limerancia'.Es un estado mental involuntario, resultado de una atracción amorosa, combinada con una necesidad de ser correspondido. Es decir, es un flechazo, cuando sentimos que el otro es nuestra media naranja.Por ello, muchas veces los amigos se convierten en amores, porque uno de los dos lo vio de otra manera. Pero esto no siempre dura, así que ambos deben tener claro que este flechazo puede desaparecer para dar paso a un amor más fuerte y duradero en una relación.Pero también deben comprender que este tipo de amor, loco y apasionado, es el que debe perdurar durante toda la relación. Porque está claro que si la intimidad y cercanía desaparecen, es muy probable que el amor también lo haga y pronto escuche o pronuncie la frase: 'Te quiero, pero no estoy enamorado de ti'.La intimidad por lo general se pierde cuando los niños llegan al hogar. Los esfuerzos, cuidados y atenciones se centran en los hijos y así poco a poco va desapareciendo la cercanía y complicidad con el otro, algo vital para una relación. Pero no todo está perdido, si se quiere recuperarla se deberá trabajar en conjunto, con el empeño de ambos y que entiendan que no se trata de hallar culpables sino de que asuman la responsabilidad que les toca.F