LES INVITAMOS A COTORREARDe cofres y de armariosLuego de leer una chévere nota de Edwin Alcarás en EL COMERCIO del domingo pasado sobre el legado que dejó la desaparecida actriz colombianaFanny Mickey a su marido, y que él lo guarda como un tesoro dentro de un armario, me puse a pensar en qué ira a pasar ahora que los cofres, baules y armarios, que por siglos sirvieron como depositarios de especiales y mágicos recuerdos (álbum de fotos, cartas y tarjetas, diplomas y certificados, flores marchitas, aros nupciales, etc.) han dejado de ser parte del mobiliario, porque el minimalismo los ha condenado a terminar sus días en bodegas o garajes. ¿Dónde se guardarán ahora, en este mundo desechable en el que nos ha tocado vivir? Me imagino que si los mensajes, los regalos y hasta los besos llegan a través de la Internet, la que a más de tener una capacidad infinita es virtual y, por tanto, no se convierte en estorbo, será ese el espacio que almacene esos recuerdos que podremos verlos pero no acariciarlos. Al paso que vamos, lo físico quedará para el pasado y muy pronto veremos a los novios llegar al altar con sendas u00c2Ipads', en donde estarán guardados los aros nupciales a punto de ser intercambiados.