JUGOS PARA EL ALMA!Just relax! La superación del deseo de recibir es un paso funu00c2u00acdamental para acceder al deseo de otorgar, la liberación de una esclavitud. El deseo de recibir está compuesto de diferentes fases, también su superación pasa por estas fases: inanimado, vegetal, animado y hablante. La última fase es seguramente la más difícil, en cuanto pasa por la razón, y no en vano se dice ir más allá de la razón. Aunque después de lograr liberarse de las tres primeras fases del deseo de recibir o bien de los deseos de comida, sexo, familia, dinero y poder, la libertad no se ha conseguido todavía, porque se tiene que hacer las cuentas con el nivel hablante del deseo, aquel que viene controlado por la razón. Tenemos siempre necesidad de dar una explicación a lo que vivimos, de nuestras sensaciones y por último de aquello que estudiamos. Nos parece correcto preguntarnos por qué suceden ciertas cosas, por qué vivimos situaciones desagradables, por qué estamos rodeados de personas que nos traen delante los deseos que pensábamos haber superado. La razón continúa creando la ilusión que la libertad está en el hecho de comprender, para enmascarar la realidad, que la libertad definitiva está en el hecho de saber renunciar a aquello que la razón nos pide. Los estudios espirituales y la aspiración a la unión con los amigos, son las dos ocasiones perfectas para llegar a liberarnos del juego de la razón, justamente porque son aquellas en que mayormente quisiéramos alcanzar el control de la percepción que transmite la razón. u00c2u00a0Estudiar está visto como un sinónimo de entender, metiendo a un lado la acción que realmente viene realizada durante el estudio espiritual: el esfuerzo de llegar a la adición con el estado interior de aquellos que han escrito los Libros Sagrados que estamos leyendo, una unión completa que nos permite la revelación total del Creador. !Sólo relájate!, siéntete libre de la necesidad de entender a toda costa, y cuando la razón deje de contundirte con su continuo murmullo comenzarás a escuchar el sonido del viento que sopla dentro tu alma, mientras haces el esfuerzo para adherirte al texto que estudias y a la unión con los amigos. Dejaré de reaccionar por aquello que puede ser revelado de mi deseo de recibir y comenzaré a reaccionar por aquello que puede ser revelado de mi deseo de dar. No me torturaré más por dar una explicación a los disturbios que me llegan y me concentraré simplemente en saber utilizarlos para aumentar ulteriormente mi capacidad de superarlos.