COTORREANDOVer y escuchar Hace poco, mientras u00c2zapeaba' con el control remoto de la tele buscando distraerme, me topé con una película sobre la vida de Bobby Darin, famoso compositor y cantante de las décadas de los 50 y 60, quien, además, se convirtió en el esposo de la bella Sandra Dee. Vida compleja la de Darin, un clóset lleno de esqueletos que solo salieron de éste cuando finalmente se reconcilió con su niñez y perdonó los engaños familiares. Su fama inicial como músico fue de tal magnitud que cuando dejó de ser el número uno se quebró y no lograba retornar a la cima del estrellato pues, la nueva década, la de los hippies de los 60 y 70, se había tomado los escenarios con nuevos ritmos y propuestas muy diferentes. Finalmente, consiguió impactar de nuevo al público en una serie de presentaciones en Las Vegas, que serían las últimas de su vida. ¿Cómo lo logró? ¿Cambió acaso su música, su estilo? No, nada de eso, cambió simplemente la forma de presentar su espectáculo utilizando vestuarios, escenografía y ambientación con elementos que habían sido popularizados por la generación hippie. Al ser preguntado por la razón de su nuevo éxito Darin dijo: La gente escucha lo que ve. Creo que eso es lo que nos está pasando a los ecuatorianos en la actualidad.