LES INVITAMOS A COTORREAR!Todos estamos algo locos!Toca... Como dicen los vecinos colombianos. Además, si vemos el lado amable de la locura podemos asegurar que esta no es tan mala como la pintan pues, gracias a ella, amamos sin importar cuánto nos pueda costar hacerlo; soñamos en todo aquello que queremos alcanzar y, como estamos locos, hasta sentimos que lo logramos; trabajamos hasta un punto tal que vamos más allá de nuestras fuerzas pero nos sentimos felices de hacerlo ¿o no? Hay locos que aman y hasta lo declaran en público y otros que odian y, aunque no lo digan, se les nota de inmediato. Hay locos sublimes que logran componer sinfonías magistrales y hay locos bien intencionados que sueñan con mundos utópicos. Pero también hay locos atormentados que ven cucos en todas partes y hay una inmensa mayoría, dentro de la que me incluyo, de locos ingenuos que creen en la palabra del que parece cuerdo porque siempre nos atraen los polos opuestos. La tarea de esta semana es hacernos un autoanálisis (no un psicoanálisis porque eso pudiera ser muy costoso) para poder finalmente ubicarnos dentro del tipo de locura que nos corresponda. No se asusten, reconocer la locura está de moda y para comprobarlo bastará con pedir que levante la mano quien no haya escuchado aún la última canción de Shakira