LES INVITAMOS A COTORREARu00c2Sueños', una lección de vidaConocía sobre el proyecto, en FAMILIA se había escrito sobre él y habíamos recibido los mejores comentarios del público que había asistido a esta propuesta tan u00c2especial'. El domingo pasado tuve la oportunidad de verla y el efecto que me causó quedará por siempre en mi mente y en mi corazón. Pocas veces en la vida se puede comprobar con tanta certeza la grandiosidad del ser humano, imagen de su Creador. Pocas veces en la vida se puede encontrar unidos tanto talento, generosidad y grandeza de espíritu como los que ofrece esta obra de teatro producto del ingenio de un grupo de personas comprometidas con el mejoramiento de la calidad de vida de quienes tienen retardo mental, síndrome de Down y autismo. Ver en el escenario del hermoso Teatro Sucre a estos niños y jóvenes, dirigidos por sus maestros y convertidos en verdaderos profesionales que ofrecían al público no solo un espectáculo musical digno de Broadway sino una real experiencia de vida, transmitida mediante su canto, su baile, sus expresiones, su calidez y su profunda humanidad; un maravilloso mensaje de amor, de unión y esperanza, de arte, de luz, de integración e igualdad, de superación y excelencia, de gozo, de paz, de esfuerzo y compañerismo, de generosidad y aceptación, de tenacidad y, sobre todo, de inmensa solidaridad, fue el mejor antídoto contra la depresión y ese terrible mal que tanto nos afecta: la indiferencia.