PAULITA SACERDOTE40 años enseñando italiano con amor.Todo en ella es inusual. Su forma de vestir, caminar, sonreír, la diferencia de los que la rodean. Ríe, sin miedo. Cuando habla, mueve sus manos, cada gesto refuerza lo que quiere comunicar. Es muy expresiva, característica que la atribuye a su cultura. En su país, Italia, la gestualidad es muy importante en una conversación. Es graciosa, pero a la vez infunde confianza. Llegó a Ecuador hace 43 años. El amor guió sus pasos hasta esta tierra que ha sido muy generosa con ella. Aquí formó una familia con Andrés Cadena Ponce y tuvo a sus hijos. Pero entre las cosas que más valora, está su actual vocación: la de maestra. Desde que llegó se dedicó a estudiar español, en un curso intensivo. En el mismo lugar que aprendió este idioma, dejó una solicitud en la que expresaba su deseo de dar clases de italiano. Al poco tiempo, la llamaron y así empezó su larga carrera como docente. En el instituto dictó clases durante 18 años. Paralelo a esto impartía sus conocimientos de forma particular, en su vivienda. Ha formado parte del cuerpo de docentes de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, de la Universidad Central del Ecuador, de la Societá Dante Alighieri, entre otros establecimientos educativos. Actualmente, da clases particulares y además enseña italiano a los ejecutivos de la Compañía Ferrero . Aunque ha pasado mucho tiempo interactuando con el español, en su hablar, aún tiene impregnado su acento. A pesar de estar muchos años fuera de su patria, guarda en la entonación su identidad. Intenta ir, con cierta regularidad, al lugar donde nació, así aprovecha para visitar a los familiares que allí se quedaron. Existen días en los que la nostalgia la ataca y desempolva un álbum en el que guarda recuerdos, en forma de papel periódico. Se remonta al año de 1953, cuando su padre murió. Él era director de uno de los hospitales más grandes de Treviso, cerca de Venecia. Recuerda que la gente le tenía mucho cariño por ser una persona destacada en la investigación científica, pero más aún, por su sencillez, humanidad y amor a lo que hacía. Considera que ella heredó esa preocupación por el prójimo. Es por eso que intenta a través de su vocación de maestra ayudar a quienes la rodean. Es para ella una forma de devolver todo lo que ha recibido. Se preocupa profundamente por el estado anímico de sus estudiantes. Si es que no le prestan atención, ella intenta acercarse conversar y, si se lo permiten, ser un apoyo para sobrellevar los problemas. Al superar esos conflictos es más fácil el aprendizaje. En este camino, ha conocido diversas personalidades como el director técnico de fútbol Manuel Pellegrini. Pero lo más gratificante de este sendero son las innumerables muestras de afecto de sus alumnos..MÉTODO DE ENSEÑANZAPara Paulita, se necesitan tres meses para hablar italiano. Su forma de enseñanza se asemeja al proceso natural del habla humana: se practica la pronunciación y la gestualidad y luego la gramática.Contactos Para mayor información sobre las clases particulares, puede comunicarse con Paulita Sacerdote, llamando a los siguientes números telefónicos: 326 0446/ 326 3725 o a su celular, el 09 780 0959.u00c2u00a0