LES INVITAMOS A COTORREAR¿Palabras tan solo palabras? Hace muchos años llevé a mis hijos a ver aquella maravillosa joya del cine de Disney, u00c2Bambi', la cálida y también triste historia del venadito que se queda sin su madre quien pierde la vida en manos de los cazadores. Como era de esperarse la película dejó en ellos y en mí una huella imborrable. Recuerdo, como si fuera ayer, todas las interrogantes que me hicieron cuando abandonamos la sala de cine y lo difícil que es a veces explicarle a lo niños la realidad de la vida y de la muerte. Sin embargo, no fue solamente la muerte cruel de mamá Bambi lo que quedó impregnado en sus mentes, otra de las escenas que siguieron recordando por mucho tiempo fue la del conejo Tambor, pero no tanto por lo que este travieso animalito hacía y decía sino por aquella famosa frase que su mamá le exigía repetir cada vez que él se refería en malos términos a sus hermanos y compañeros: Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada. Sabia frase la de mamá coneja que me ha venido a la mente ahora que nos toca escuchar semana tras semana una retahíla de frases y palabras hirientes, abusivas, insultantes, que hacen burla y escarnio de quien es escogido como blanco perfecto de los dardos venenosos que salen con igual fuerza y poder que las balas de una ametralladora. Pero aquí, no pasa nada.