LES INVITAMOS A COTORREAR!Cuidado con lo que piensa!Yo no pienso como usted y usted no piensa como yo ¿qué hay de malo en ello? ¿Acaso Dios no nos entregó a cada ser creado por Él la posibilidad de pensar con criterio propio e individual? Si Él hubiese querido que todos pensáramos igual nos habría programado para que así fuera, pero no fue así. Él quiso que exista una total libertad y por eso cada ser humano piensa y siente de forma única, es más, si no le provoca no tiene ni siquiera que hacérselo saber a nadie cómo ni en qué piensa ni tampoco lo que siente. Hay quienes lo denominan el libre albedrío (creencia de las doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones), quizás hasta se pudiera decir que es un don que a todos se nos ha entregado. Si existen seres humanos que prefieren no hacer uso del mismo y que, por lo tanto, como borreguitos siguen al pie de la letra el pensamiento de otros, allá ellos, están también en todo su derecho de hacerlo. Pero si otros no aceptamos la uniformización del pensamiento ni la aplicación de ideas preconcebidas y forzadas, exigidas desde el poder y hasta camufladas detrás de prebendas y ofertas, tenemos igualmente el derecho a ese pensamiento individual que no acepta imposiciones de ninguna naturaleza.