lunes 13 de junio 2022

Ellos son parte de la familia

Carolina Castillo

Que haya personas que se activen para proteger animales en peligro resulta satisfactorio.

Demuestra un poco más de respeto por la vida. En medio de todo lo que debemos resolver a diario, es admirable que se tomen un momento para pensar y actuar por ellos.

Lo mejor es que cada vez hay más. Sus acciones, por ejemplo, consiguieron hacer algo para evitar el desalojo inminente de 270 canes de un refugio en Calderón.

Un litigio privado entre arrendador y arrendatario —dijeron las autoridades— casi los deja sin techo y comida. Pero con ayuda de las redes, los animalistas lograron aplazar la decisión establecida por un juez.

De esos perritos habrá unos cuántos que en mala hora se perdieron y por eso llegaron al refugio, pero otros fueron abandonados por sus dueños.

Si en la calle se reproducen, el problema crece. Una perrita pequeña puede tener cinco cachorros, mientras que una grande hasta nueve. Si multiplicamos por dos o tres períodos de celo al año y por 10 años de vida, el número es considerable.

La suerte de los ‘peludos’ del refugio depende ahora de familias que quieran adoptarlos. Aún tienen esta semana para hacerlo. Quienes les den un hogar de verdad, se llevarán un gran amigo a casa.