lunes 08 de agosto 2022

Se extrañan las cometas

Carolina Castillo

Agosto era un mes súper anhelado por los más ‘peques’ en la Sierra. Las vacaciones escolares eran la razón principal, obvio, pero con ellas llegaban más cosas; los encuentros de primos, por ejemplo.

Los chicos iban a otras ciudades para pasar con sus parientes o ellos venían a la capital. Era tradición agrupar a los chicos de casi la misma edad en una sola casa.

Difícil tarea para la anfitriona, pero como los más pequeños se divertían el esfuerzo valía la pena. Además, en Quito era la época de las cometas.

El solazo y sobre todo los vientos característicos de la época dejaban que estos juguetes se elevaran por los cielos despejados. Lo mejor era que muchas cometas se hacían en casa.

Papel periódico o papel de seda y sigses, que debían irse a buscar, también con los primos, daban forma a estas manualidades. Muchas se ponían a prueba en El Panecillo.

Ese ambiente se extraña. Seguro los chicos se siguen juntando en las casas, pero se divierten de otras maneras. Tampoco el clima ayuda.

La intermitencia entre calor y lluvias aleja las intenciones de jugar afuera. Eso sin contar con la inseguridad. Pero existimos nostálgicos a los que nos gustaría volver a ver esas actividades, porque pasamos días felices así.