El respeto a los niños

En el 2010, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizó una encuesta sobre la Cultura Ciudadana en Quito. Entre los resultados que arrojó la investigación están la “indiferencia frente a la violencia contra niñas y niños” y la “propensión a la pelea, la riña, la bronca callejera”. A pesar de que han pasado nueve años desde entonces, poco ha cambiado en la sociedad quiteña. Un ejemplo de ello es el caso de Carolina, la chica de 15 años que fue captada por una supuesta red de trata de personas, violada y asesinada en agosto del 2018. La Dinased aseguró que su muerte fue “natural”, a pesar de las evidencias de que había sido golpeada hasta la muerte. Nuestra sociedad es violenta y no respeta a nadie; cada vez hay más niños violentados por sus propios familiares, abusados por sus maestros y sus líderes religiosos. En el 2018 se aprobó en consulta popular endurecer las penas contra la violencia sexual infantil, pero las estadísticas no se han reducido. La violencia aparece desde las cosas pequeñas, como no respetar su voz, no permitirles tomar decisiones; los adultos nos creemos sus dueños y nos olvidamos de pedir su opinión, por miedo a enfrentar la verdad: son independientes y libres.