domingo 26 de septiembre 2021

¿Destino, Dios o libre albedrío?

Nancy Verdezoto

Todos, en algún momento de nuestras vidas, llegamos a un punto en el que debemos tomar una decisión, esa que marcará el camino por el que seguiremos en la vida. Esto sucede cuando cumplimos ciertos ‘hitos’ en nuestro crecimiento personal: qué carrera elegir, en dónde trabajar, casarnos o no, tener hijos o no, comprar una casa o un departamento... Todas las decisiones importantes de nuestra vida afectan inevitablemente el futuro. Algunos creen que existe un destino y que, sin importar el camino que escojas, llegarás a él de una forma u otra; otros consideran que la decisión de un ser divino nos define, y otros se convencen de que el libre albedrío nos permite actuar y definir lo que no espera del futuro. La verdad yo creo un poco en todas ellas, aunque suene contradictorio, no puedo negar que hay cosas que no puedo comprender. Como católica que soy, estoy convencida de que cuando me abandono en los brazos de Dios, todo camina en función de mi bienestar y el de los míos; pero qué difícil resulta a veces no intervenir, no insistir, no empujar por algo. ¿Será que quizás esa es la forma de hacer las cosas? o ¿se trata de ‘darle una mano’ a ese ser supremo para que obre?