jueves 01 de agosto 2019

Lo que damos, recibimos

Nancy Verdezoto

Los orientales tienen una filosofía de vida basada en el karma. Para ellos, las cosas que hacemos tienen una consecuencia y traerá efectos positivos o negativos en función de cada acción nuestra. Si hemos sido generosos, en algún momento de la vida recibiremos esa recompensa; si hemos tenido envidia, viviremos siempre anhelando lo que el otro tiene. Así, con cada acción y sentimiento, se nos devolverá lo mismo. De nosotros dependerá, entonces, si nuestra vida es feliz o está llena de problemas. Muchas veces no se trata solamente de conflictos externos, a veces esto se refleja en nuestra salud, en nuestra economía y hasta en nuestras relaciones sociales. Es impensable, pero una persona negativa emite una energía que repele a los demás; de hecho, no importa qué tanto pueda mostrarse como amable y agradable, si su interior está dañado los demás lo sabrán. Tener una perspectiva de vida más apegada al amor es lo que marca la diferencia; si actuamos con amor, recibiremos lo mismo; si compartimos, recibiremos. Visualizarnos como mejores personas marcará una diferencia en nuestras vidas, no se necesita ser ‘mala leche’ para hacerse respetar o valorar.