lunes 16 de mayo 2022

¡Humor!

Fausto Segovia Baus

El humor era una característica de quiteños y chagras residentes en Quito. El chulla era su representante, y hoy, con todo respeto, quedan pocos chullas.

La gente se ha puesto muy seria ante los problemas del país, y en especial de Quito.Quién no recuerda, por ejemplo, la novela “El chulla Romero y Flores”, del afamado escritor Jorge Icaza. Y las aventuras del “omoto” Ernesto Albán, con sus “Estampas”, las de Taita Pendejadas, La Torera y tantos personajes que dieron mucho que hablar y decir.

¡Solo queda la nostalgia! El tumulto y el uso del celular han reemplazado a la reunión de amigos y a la conversación amena, rellena de aventuras alhajas; los medios audiovisuales –televisión, celular, video juegos y computadoras- desplazan a los momentos de juegos, perinolas y cartas; el tiempo enlatado –en programas y aplicaciones- al tiempo libre en familia, en parques y jardines.

Es urgente rescatar el humor, en el contexto de la quiteñidad, ese sabor especial de ayer y de siempre que se sentía en las calles y esquinas –hoy peligrosas por la inseguridad-.

No dejemos que la modernidad saquee la vida, ahora que el mundo tiende a salir de dos años de confinamiento, por obra de la pandemia.

El humor es sano; el remedio infalible. Porque nos viste de humanidad. ¡El ser humano es único animal que sonríe!, dicen los expertos.

Recuperar el sentido de vivir junto a los que amamos, a los amigos de la infancia y juventud; leer un buen libro, escuchar música, caminar en sitios seguros, desarrollar un emprendimiento que alivie nuestros corazones adormecidos por la rutina, la inseguridad y el riesgo, podrían ser alternativas. ¡Y reírse un poco de sí mismos, por qué no, y cerrar los ojos y oídos ante tanta podredumbre de la política!