lunes 26 de septiembre 2022

¡Gratitud!

Fausto Segovia Baus

La gratitud es el lenguaje del corazón. La gratitud es gratuita, donativa, simbólica y gratificante.

La gratitud se expresa –no necesariamente con regalos- sino con gestos, con palabras oportunas y sencillas, y con la alegría compartida que dan sentido a la vida y generan confianza.Un paso importante es ser grato con uno mismo. La premisa de esta aseveración está en la frase: ‘amar al prójimo como a ti mismo’.

Ser sí mismo, valorar su propia identidad mejora la autoestima sobre la base del respeto y el reconocimiento interno de las fortalezas y debilidades. La gratitud comienza, entonces, con el conocimiento de sí mismo –autoconocimiento- y del valor de cada uno, que permite el paso siguiente: descubrir la importancia del otro, y la gratitud actual y constante a quienes debemos la vida, el apoyo, la seguridad y la confianza.

Siempre habrá tiempo para ser gratos con los que amamos, y no esperar el día del amor, el día de la madre o del padre cuando el resto del tiempo hemos sido indiferentes o pasivos. La gratitud debería ser una constante universal, y no solo por un afán exhibicionista o de cumplimiento (cumplo y miento). La gratitud debe ser espontánea y natural, que fluya el momento menos pensado.

La gratitud tiene valor ético cuando nace del corazón antes que de la razón. Así, cualquier época es buena para manifestar nuestros afectos y no solo cuando se acercan los aniversarios, los santos, los cumpleaños y los famosos ‘días’ del calendario mercantil.

Las madres y los padres amamos a los hijos e hijas sin condiciones de ninguna especie, sin esperar nada, que no sea el respeto, la solidaridad y en ocasiones la compasión. Por eso es importante ser gratos hoy; no mañana, en los cementerios.