lunes 19 de diciembre 2022

Un regalo especial

Edna Iturralde

Tenía el cuerpo pequeño y alargado con las costillas tan protuberantes que se las podía contar. Arrastraba las orejas largas por los basureros en busca de algo comestible mientras miraba incesantemente a su alrededor por miedo a que le dieran un palazo.

En la vereda del frente, un hombre caminaba despacio con las manos metidas en el gabán y un gesto preocupado en el rostro. Se acercaba Navidad y no tenía aquel regalo “especial “que le habían pedido sus hijos y él había prometido.

Hombre y perro cruzaron la calle al mismo tiempo. Por unos segundos se quedaron mirando atentamente.

Entonces fue el perro quien ladró y se acercó amistosamente moviendo la cola -quizás sintiendo la congoja del hombre-. Un automóvil pitó impaciente y el hombre agarró al perro por el cuello para quitarle de la vía.

El perro lamió su mano. “Andas tan perdido como yo”, le dijo el hombre al perro. Él movió la cola, se sentó y extendió una pata. Al hombre se le iluminaron los ojos.

“Un regalo especial” habían pedido sus hijos; una sorpresa. ¡Pues ahí estaba! Abrió la portezuela de su auto y el perrito decidido y feliz saltó dentro.