domingo 08 de mayo 2022

Mes de las madres

Edna Iturralde

Mayo hermoso. Mayo mes de las madres.

De todas las madres que están y las que ya se fueron. La mía no solamente era bella pero también guapa.Verdaderamente linda.

Tenía los ojos -café tostado- almendrados y coquetos, la nariz recta y clásica, los labios delgados siempre listos para sonreír. El cabello ondulado nacía de su amplia frente en “v” y le daba un aspecto de artista de cine de los cincuenta.

De tamaño mediano, delgada y de porte elegante. Tenía un sutil sentido del humor y su corazón enorme amaba con generosidad a todo el mundo que le rodeaba. Amiguera.

Era franca pero jamás una palabra suya iba dirigida a derogar a nadie. Y su risa. ¡Ay! Su risa era cristalina y brotaba con la sonoridad del agua de un arroyo.

Quería mucho a los perros. Les daba una personalidad que, imitando como sonaría su voz, pretendía que hablaban y así nos entreteníamos horas.

Sufrió mucho en su vida, sin embargo, jamás dejó de ser optimista, positiva, de dar un consejo envuelto en la seda de la esperanza. Tocaba el piano como una reina de la música clásica. Adoraba leer y escribía poesía.

Era un ser entrañable. Era mi madre.