martes 24 de abril 2018

Del amor verdadero y su sacrificio

Edna Iturralde

El suizo Carl Jung (1875-1972) fue un gran explorador de la mente humana y discípulo del ‘Padre del Psicoanálisis’, Sigmund Freud (1856-1939), un médico checo que desarrolló el método de curar las enfermedades mentales mediante el análisis de los conflictos sexuales inconscientes originados en la infancia. Jung formó una nueva escuela en el campo de la psicología. Aunque ninguno de sus escritos está dedicado al amor, este es un párrafo que aparece dentro de uno de ellos: “El amor verdadero establece siempre vínculos duraderos, responsables. Necesita libertad solo para la elección, no para la realización. Todo amor verdadero, profundo, es un sacrificio. Se sacrifican las propias posibilidades o, mejor dicho, la ilusión de las propias posibilidades. Si no requiere este sacrificio, nuestras ilusiones evitarán que se establezca el sentimiento profundo y responsable, con lo que se nos privará también de la posibilidad de la experiencia del verdadero amor. El problema del amor pertenece a los grandes padecimientos de la humanidad, y nadie debería avergonzarse del hecho de tener que pagar su tributo”.