Allí, los más pequeños de la familia pueden experimentar sin temor a regaños de adultos. Esta ‘casa’, que parece salida de un cuento por la libertad que ofrece a los infantes, está ubicada en el Museo Interactivo de Ciencia (MIC).

Se trata de una exposición temporal denominada 'Territorios en casa’. Su objetivo es dar valor a las cosas del hogar para que se vuelvan parte del aprendizaje de los niños, teniendo a los adultos como guías.

Es un trabajo en conjunto de Red Solare Ecuador y el MIC, señala Paulina Jáuregui, coordinadora del espacio de exhibición. El proyecto de mirar más allá dentro de la casa surgió a partir del confinamiento por la pandemia.

La exposición es la representación de un hogar y la finalidad es dar ideas a los visitantes para que puedan plasmarlas donde viven. Esta exposición es una invitación a ver y a explorar con otros ojos cada residencia. Por ejemplo, cuando los niños gatean, pueden notar que la casa se ve distinta desde el suelo.

Lo mismo pasa si se colocan debajo de una mesa. La diferencia es que en casa les dirán que no lo hagan por diferentes razones, mientras que en el museo están colocadas para eso.

El hogar es un territorio para explorar y crear interpretaciones de los ambientes y sus objetos. En este espacio cotidiano, los niños se preguntan ¿cómo funciona esto?, ¿para qué sirve? Además, reinventan y multiplican las posibilidades de uso de las cosas, según su contexto, emociones y experiencias previas.

La exposición se inicia en la cocina, un lugar donde está permitido buscar, armar y desarmar con la supervisión de los padres. En este espacio se busca, además, rescatar la percepción de los sentidos. La idea es sentir cómo suenan los alimentos al tocarlos o descubrir los sabores que tienen. Para cada niño es distinto.

Es posible hacer ruido o música con las ollas. Red Solare Ecuador es una organización latinoamericana enfocada en la educación. Su trabajo se inspira en la propuesta educativa de Reggio Emilia, que plantea que el conocimiento que adquieren los niños debe darse mediante la observación y la experimentación, con la finalidad de potenciar su creatividad.

Andrea Manangón visitó la exposición con su hijo de 4 años. “Como mamá es un reto, porque en mi casa no le permito hacer ciertas cosas a mi niño. Le digo que tenga cuidado. Sin embargo, me doy cuenta que aquí los niños exploran los espacios del hogar. Le dejas que explore y que use sus sentidos. La exhibición les permite realizar un viaje a través de su curiosidad innata”.

Otro de los espacios de experimentación es el dormitorio. Allí se colocó ropa de adulto, ya que a los pequeños les gusta vestirse con estas prendas y crear significados. En los cajones de las cómodas es posible encontrar rulos, candados, sellos.

Habitualmente estos objetos no son para jugar en casa. En la muestra, con ellos, pueden soñar o darles otros usos. Otra idea que surge a partir de esta exposición es crear espacios con libertad como colgar una hamaca en la sala.

Se trata de una creación libre, para que, desde ese lugar, el niño pinte o dibuje. Tras visitar la exposición, un padre le comentó a Jáuregui que llevó a su hijo acostado sobre una sábana por la casa mientras el pequeño dibujaba.

Otra actividad puede ser colocar agua, tubos y esponjas en una tina de baño, para que los niños empiecen a realizar diferentes movimientos. “Los niños en este espacio pudieron rayar, jugar, mover objetos e interactuar”, dijo Renata Arcos, quien llevó a la exposición a su hijo de 4 años. La muestra estará abierta hasta mayo de 2022, de jueves a domingo, de 09:15 a 17:30.