Para muchas personas, el estar solo se lo relaciona con sentimientos negativos. Sin embargo, aprender a estar con uno mismo es fundamental para conocerse a niveles muy profundos.

“Estar solo no es lo mismo que sentirse solo”, explica la psicóloga Anahí Erazo. Hoy en día es difícil estar realmente a solas porque gracias a las redes sociales hay la percepción de que siempre existe una conexión, aunque sea virtual, puntualiza la especialista.

Entender la diferencia entre soledad y estar solo es importante para reconocer la importancia de esto último. En el primer caso hay una persona que está buscando a alguien con quien compartir. En el segundo, se trata de un momento para disfrutar de la compañía de uno mismo, de aprender más sobre cada persona, de reflexionar, de trabajar en el crecimiento personal.

Pasar tiempo con uno mismo puede ser incómodo en un inicio. Pero con el tiempo esta habilidad se puede convertir en una gran fortaleza, según la psicóloga. Quienes lo logran pueden aprovechar mejor su tiempo, toman mejores decisiones y saben con más claridad lo que quieren y desean en sus vidas y tampoco se dejan influenciar por opiniones externas.

Esto resulta particularmente útil cuando se trata de estar en una relación. “Hay parejas en las que una de las dos personas le dice al otro cómo debe sentirse, lo que le debe gustar o incluso lo que necesita. A veces es de forma muy sutil y terminan por anular por completo al otro individuo”.

Una buena forma de desarrollar la habilidad de estar solo es empezar tomándose 30 minutos o una hora al día para estar en calma. Puede usarse ese tiempo para leer algo que se disfrute o salir a tomar un café. Sentarse solo puede ser intimidante, pero con el tiempo será mucho más sencillo.